México enfrenta una preocupante escalada de casos de sarampión, con un total de 1,740 contagios confirmados hasta este 30 de mayo de 2025. En las últimas 24 horas, se reportaron 23 nuevos casos, la mayoría concentrados en Chihuahua, estado que lidera las cifras a nivel nacional. La Secretaría de Salud federal, encabezada por David Kershenobich, ha encendido las alarmas ante este repunte que pone en riesgo a la población, especialmente a los no vacunados.
Chihuahua se mantiene como el epicentro del brote, acumulando más del 87% de los casos nacionales. La región menonita de este estado ha sido señalada como el principal foco de contagios, donde la resistencia a la vacunación ha complicado los esfuerzos para contener la enfermedad. Autoridades locales han intensificado campañas, pero los resultados aún no logran frenar la propagación.
En Sonora y Zacatecas, los casos también han ido en aumento, aunque en menor medida. Hasta el momento, se han registrado cuatro defunciones relacionadas con el sarampión, todas en Chihuahua y Sonora. La Secretaría de Salud ha destacado que más del 85% de los pacientes no contaban con antecedentes de vacunación, un factor clave en la gravedad del brote.
La enfermedad, altamente contagiosa, se transmite por gotitas en el aire o contacto directo con secreciones de personas infectadas. Los síntomas, que incluyen fiebre, tos, conjuntivitis y erupciones cutáneas, suelen aparecer entre 10 y 14 días tras la exposición. Especialistas advierten que una sola persona puede contagiar hasta a 18 más, lo que explica la rápida expansión en comunidades no inmunizadas.
A pesar de los esfuerzos de vacunación, que incluyen la aplicación de la triple viral (sarampión, rubéola y paperas) en niños y refuerzos para menores de nueve años, las autoridades reconocen que la cobertura sigue siendo insuficiente. En México, se estima que solo el 50% de los menores de 18 años han recibido la vacuna, lo que deja a una gran parte de la población vulnerable.
El origen de este brote ha sido ligado a casos importados, principalmente de Texas, donde también se enfrenta un aumento de contagios. La falta de vacunación en ciertas comunidades, combinada con viajes internacionales, ha creado un escenario perfecto para la propagación del virus. La Secretaría de Salud ha insistido en la importancia de inmunizarse, pero la respuesta ciudadana no ha sido la esperada.
Organizaciones de salud, como la OMS, han advertido que el sarampión está experimentando un repunte global, y México no es la excepción. La desinformación y los movimientos antivacunas han debilitado los esquemas de inmunización, dejando a poblaciones enteras en riesgo. En este contexto, las autoridades mexicanas enfrentan el reto de recuperar la confianza en las vacunas.
La situación en Chihuahua es particularmente crítica, con 1,717 casos reportados hasta la fecha. Municipios como Cuauhtémoc y la capital del estado concentran la mayoría de los contagios, lo que ha llevado a reforzar medidas en escuelas y centros de salud. Sin embargo, el avance de la enfermedad pone en evidencia las fallas en la estrategia de prevención.
Mientras tanto, en otros estados como Coahuila, se han detectado casos aislados, pero las autoridades locales ya han iniciado protocolos de vacunación masiva. La Secretaría de Salud ha reportado un avance del 31% en la meta de la Semana Nacional de Vacunación, pero el tiempo apremia para evitar que el brote se extienda aún más.
La crisis del sarampión en México es un recordatorio de la importancia de la vacunación y la vigilancia epidemiológica. Con un virus tan contagioso y letal en algunos casos, la responsabilidad recae tanto en las autoridades como en la población para frenar esta emergencia sanitaria antes de que alcance proporciones aún más alarmantes.