La presidenta Claudia Sheinbaum insiste en mantenerse al margen del conflicto con los maestros de la CNTE, quienes llevan casi dos semanas paralizando la Ciudad de México con bloqueos y protestas. Desde el Zócalo hasta el Aeropuerto Internacional, los docentes exigen mejoras laborales y la derogación de la Ley del ISSSTE de 2007, pero el gobierno federal se niega a ceder.
En su conferencia matutina, Sheinbaum aseguró que no reprimirá a los manifestantes, aunque dejó claro que no cederá a lo que llama “provocaciones”. Según la mandataria, su administración no cree en la represión, pero tampoco está dispuesta a cumplir las demandas de los maestros, que incluyen un aumento salarial del 100% y la reversión de reformas educativas.
Los maestros de la CNTE han intensificado sus acciones, bloqueando avenidas clave y causando molestias a miles de ciudadanos. A pesar de las afectaciones, Sheinbaum delegó las negociaciones a las secretarías de Gobernación, Educación y el ISSSTE, evitando un encuentro directo con los líderes magisteriales.
El conflicto se agudizó esta semana tras la cancelación de una reunión pactada con la presidenta. Los docentes, frustrados por la falta de avances, acusan al gobierno de ignorar sus demandas y de ofrecer propuestas insuficientes, como un aumento salarial del 10% que consideran una burla.
Sheinbaum insiste en que el diálogo está abierto, pero las mesas de trabajo no han dado resultados. Los maestros, por su parte, amenazan con mantener los bloqueos hasta el 1 de junio, cuando se celebrarán las elecciones judiciales, un evento clave para el proyecto de Morena.
La tensión entre el gobierno y la CNTE pone en evidencia las promesas incumplidas de la campaña de Sheinbaum. Durante 2024, la entonces candidata aseguró que atendería las demandas del magisterio, pero hoy los docentes se sienten traicionados y abandonados.
El impacto de las protestas no se limita a la capital. En varios estados, los maestros han replicado las movilizaciones, exigiendo justicia laboral y mejores condiciones. La falta de acuerdos ha generado un ambiente de incertidumbre en el sector educativo.
Mientras tanto, el gobierno federal se mantiene firme en su postura de no ceder ante las presiones. Sheinbaum ha destacado que el presupuesto público tiene limitaciones, pero los maestros argumentan que el dinero existe y está siendo mal administrado.
La CNTE, conocida por su historial de lucha, no da señales de retroceder. Los docentes aseguran que su movimiento no es solo por sus derechos, sino por el futuro de la educación en México, un reclamo que resuena en miles de escuelas.
El pulso entre el gobierno de Sheinbaum y los maestros sigue sin resolverse, y la ciudadanía paga las consecuencias de un conflicto que parece lejos de terminar. La pregunta es cuánto tiempo más podrá la presidenta esquivar el problema sin enfrentar un costo político mayor.

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Sheinbaum se lava las manos ante el caos de la CNTE: “No caeremos en provocaciones”
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