En un nuevo episodio de caos en Guerrero, maestros de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación (CETEG) protagonizaron un violento enfrentamiento con agentes de la Guardia Nacional frente a las instalaciones del Instituto Nacional Electoral (INE) en Chilpancingo. Los docentes, enardecidos, intentaron vandalizar el edificio como parte de sus protestas nacionales.
La CETEG, aliada de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), lleva dos semanas en paro, exigiendo la abrogación de reformas a su sistema de seguridad social. Este jueves, los manifestantes marcharon hacia la Junta Distrital 07 del INE con la intención de causar destrozos, pero se toparon con un operativo de seguridad.
Los agentes de la Guardia Nacional, equipados con equipo antimotines, intentaron contener a los maestros, quienes los superaban en número. La situación escaló rápidamente cuando los docentes comenzaron a agredir a los uniformados con palos y piedras, arrebatándoles escudos y bastones policiales.
En medio del enfrentamiento, un agente de la Guardia Nacional activó una granada de gas lacrimógeno, que estalló a sus pies, dispersando momentáneamente a los manifestantes. Las imágenes del choque muestran la intensidad de la confrontación, con docentes y elementos de seguridad en una lucha directa.
Este no es el primer incidente de este tipo en Guerrero. Apenas el lunes, los mismos maestros vandalizaron las oficinas del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) y de la Junta Local del INE, dejando un rastro de destrozos en su protesta contra las políticas federales.
La Secretaría de Educación Pública reporta que 1,375 escuelas en Guerrero permanecen en paro, afectando a miles de estudiantes. Mientras tanto, las protestas de la CNTE se han extendido a otras partes del país, incluyendo bloqueos en la Ciudad de México, donde los maestros han tomado avenidas clave.
La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno no caerá en provocaciones ante estas movilizaciones. Sin embargo, las imágenes de violencia en Chilpancingo reflejan la creciente tensión entre los docentes y las autoridades, en un contexto de demandas laborales insatisfechas.
La CNTE exige mejores salarios y la derogación de la reforma educativa de 2007, pero sus métodos han generado controversia. Los enfrentamientos en Guerrero son una muestra más de la polarización que vive el país en torno a las políticas educativas.
Mientras las protestas continúan, la ciudadanía en Chilpancingo vive bajo la incertidumbre. Los comercios locales han cerrado sus puertas y el transporte público opera de manera limitada, en medio de un ambiente de tensión que parece lejos de resolverse.