El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha anunciado una medida que promete generar controversia a nivel internacional: la revocación de visas a estudiantes chinos que cursan estudios en universidades estadounidenses. Esta decisión, comunicada por el secretario de Estado, Marco Rubio, se centra en aquellos estudiantes con supuestos vínculos con el Partido Comunista Chino o que estén inscritos en áreas académicas consideradas “críticas” por Washington.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Mao Ning, no tardó en reaccionar, calificando la medida como una acción “políticamente motivada y discriminatoria”. Según Beijing, esta política no solo viola los derechos de los estudiantes chinos, sino que también representa un ataque directo a los intercambios académicos entre ambos países, que durante décadas han sido un pilar de cooperación.
Rubio explicó que el Departamento de Estado colaborará con el Departamento de Seguridad Nacional para implementar esta revocación de manera “agresiva”. Además, se revisarán los criterios para las solicitudes futuras de visas provenientes de China y Hong Kong, con un enfoque en un escrutinio más riguroso, incluyendo la revisión de las actividades en redes sociales de los solicitantes.
China ha presentado una protesta formal ante Washington, argumentando que la medida socava los derechos legítimos de sus ciudadanos. Mao Ning destacó que esta acción expone la “falsedad de la supuesta libertad y apertura” que Estados Unidos dice defender, lo que, según ella, dañará aún más la imagen internacional del país.
La decisión se enmarca en una serie de acciones de la administración Trump contra las universidades estadounidenses, a las que acusa de ser demasiado progresistas o incluso de fomentar el antisemitismo. Una de las instituciones en el punto de mira es la Universidad de Harvard, a la que se le intentó retirar la certificación para admitir estudiantes internacionales, aunque un juez federal bloqueó temporalmente esta medida.
Cerca de 280,000 estudiantes chinos están matriculados en universidades estadounidenses, lo que los convierte en uno de los grupos más numerosos de estudiantes internacionales en el país. Esta comunidad aporta significativamente a la economía de las instituciones educativas, generando miles de millones de dólares anuales, según datos del Instituto de Educación Internacional.
La medida también incluye la suspensión de nuevas entrevistas para visas de estudiantes en embajadas estadounidenses, una acción que busca reforzar el control sobre quiénes ingresan al país para estudiar. Esto ha generado inquietud en los campus, donde miles de estudiantes temen por la renovación de sus visas.
Beijing ha advertido que estas políticas podrían tener consecuencias a largo plazo en las relaciones bilaterales. La educación, que históricamente ha sido un puente entre ambas naciones, ahora se encuentra en el centro de una disputa que podría escalar las tensiones entre Washington y Beijing.
Aunque Rubio no especificó qué se considera un “campo crítico”, se presume que áreas como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) estarán bajo mayor vigilancia. Esta falta de claridad ha generado incertidumbre entre los estudiantes y las universidades, que temen un impacto económico y académico significativo.
La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollará esta política y si China tomará medidas de represalia. Por ahora, la revocación de visas marca un nuevo capítulo en la compleja relación entre las dos potencias, con los estudiantes atrapados en el medio de esta batalla diplomática.

Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.
Estados Unidos revocará visas a estudiantes chinos: Beijing acusa acción discriminatoria
Compartir: