Entre septiembre de 2023 y mayo de 2025, el Estado de México ha registrado una disminución del 45% en el robo con violencia a transporte de carga, un delito que afecta gravemente a la economía y seguridad de la región. Este avance, destacado por las autoridades estatales, refleja los esfuerzos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México en implementar estrategias más efectivas para combatir este problema.
La estrategia, liderada por el gobierno de Morena en el estado, incluye un despliegue coordinado de operativos con la Guardia Nacional y policías municipales. Según el secretario de Seguridad, Cristóbal Castañeda Camarillo, estas acciones han permitido no solo reducir los índices delictivos, sino también recuperar mercancías valuadas en más de 588 millones de pesos.
Un componente clave de esta disminución ha sido el uso de tecnología avanzada, como sistemas de telemetría y cámaras de vigilancia, que han facilitado la detección y detención de los responsables. Los operativos se han concentrado en carreteras de alta incidencia, como la México-Querétaro, donde se han reportado detenciones de grupos delictivos.
Además, el gobierno mexiquense ha anunciado la homologación de bases de datos con cinco estados vecinos: Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y la Ciudad de México. Esta medida busca crear un frente común contra el robo a transporte de carga, un delito que no respeta fronteras estatales y que requiere coordinación regional.
A pesar de los avances, la inseguridad en el transporte de carga sigue siendo un desafío. Los transportistas han expresado que, aunque los números reflejan una mejora, aún enfrentan riesgos en ciertas zonas del estado, particularmente en municipios como Ecatepec y Naucalpan, donde la incidencia delictiva permanece alta.
La gobernadora Delfina Gómez ha enfatizado que la estrategia no solo se centra en operativos, sino también en atacar las causas de la delincuencia. Sin embargo, algunos críticos señalan que los resultados, aunque positivos, podrían ser insuficientes si no se abordan problemas estructurales como la corrupción y la falta de empleo en las zonas más afectadas.
La colaboración entre los tres niveles de gobierno ha sido un pilar en esta estrategia. La participación de la Guardia Nacional y las policías locales ha permitido una respuesta más rápida ante los reportes de robo, aunque persisten cuestionamientos sobre la efectividad a largo plazo de estas medidas.
La homologación de bases de datos con otros estados es un paso innovador, pero aún está en proceso de implementación. Las autoridades esperan que esta medida facilite el intercambio de información en tiempo real, lo que podría prevenir delitos antes de que ocurran.
Este avance en la seguridad del transporte de carga es un alivio para las empresas y conductores que dependen de estas rutas para su sustento. Sin embargo, la ciudadanía exige que los esfuerzos se mantengan y se extiendan a otros delitos que afectan la vida diaria en el Estado de México.
El gobierno estatal ha prometido continuar con estas estrategias, pero el reto será mantener la tendencia a la baja en un contexto donde la delincuencia sigue buscando nuevas formas de operar. La población espera resultados tangibles que se traduzcan en mayor tranquilidad en las carreteras mexiquenses.