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Clara Brugada niega intervención en elección judicial de la CDMX, pero las dudas persisten

La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, salió a desmentir las acusaciones de que su administración está interfiriendo en el proceso electoral para elegir a los nuevos integrantes del Poder Judicial, programado para el 1 de junio. En un intento por calmar las críticas, aseguró que su gobierno no tiene ninguna injerencia en los comicios, pero las sospechas sobre la transparencia del proceso no se disipan.
Según Brugada, el gobierno capitalino está comprometido con garantizar una elección limpia y ordenada. En una conferencia de prensa, destacó que se firmó un convenio con el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Electoral de la Ciudad de México para asegurar que los ciudadanos puedan votar con confianza. Sin embargo, las declaraciones no han convencido a todos, especialmente tras señalamientos de opacidad en el proceso.
El proceso de elección de jueces y magistrados ha generado controversia desde su anuncio. La oposición, encabezada por el PAN, ha denunciado irregularidades, como la falta de claridad en la insaculación de candidatos. Incluso se ha señalado que el proceso se llevó a cabo en horarios poco transparentes, lo que ha alimentado las sospechas de manipulación por parte del gobierno de Morena.
Brugada insistió en que la elección del Poder Judicial es un paso histórico para democratizar la justicia en la capital. Según la jefa de gobierno, este proceso permitirá que los ciudadanos elijan directamente a 137 cargos locales, incluyendo jueces y magistrados. Sin embargo, críticos argumentan que la intervención del gobierno podría comprometer la imparcialidad de los resultados.
Las acusaciones de intervención no son nuevas. En meses recientes, reportes han señalado que el gobierno de la Ciudad de México ha utilizado recursos para movilizar votantes, incluyendo brigadas pagadas y materiales como acordeones con información de candidatos. Estas prácticas han sido calificadas como un intento de influir en el voto por parte de la oposición.
En respuesta, Brugada ha defendido la integridad de su administración, asegurando que no hay pruebas de dichas acusaciones. La jefa de gobierno ha reiterado que su prioridad es fortalecer la confianza en el Poder Judicial, que enfrenta una crisis de legitimidad según encuestas recientes. No obstante, la falta de claridad en algunos aspectos del proceso electoral sigue generando escepticismo.
El PAN y otros partidos han exigido que el proceso sea revisado para garantizar su transparencia. Han señalado que la participación de funcionarios cercanos a Brugada, como la consejera jurídica Eréndira Cruz, en actividades relacionadas con los candidatos, levanta sospechas sobre la neutralidad del gobierno capitalino.
Mientras tanto, la ciudadanía se prepara para participar en una elección sin precedentes. La elección de jueces y magistrados busca acercar el Poder Judicial a la gente, pero el éxito de este ejercicio dependerá de la confianza que se genere en el proceso. Por ahora, las palabras de Brugada no han logrado disipar las dudas sobre la imparcialidad de su gobierno.
A pocos días de los comicios, la presión aumenta para que las autoridades electorales y el gobierno de la Ciudad de México demuestren que el proceso será justo. Las miradas están puestas en cómo se desarrollará esta jornada histórica y si realmente marcará un avance en la democratización de la justicia en la capital.

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