El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha salido al paso de las críticas por su política de aranceles, rechazando con fuerza el término “TACO trade” que algunos analistas y medios han usado para describir sus decisiones. Este apodo, que según Trump es “asqueroso”, hace referencia a la percepción de que el mandatario retrocede en sus amenazas arancelarias, algo que él niega rotundamente.
En un evento reciente en la Casa Blanca, Trump aseguró que sus aplazamientos en la imposición de aranceles no son un signo de debilidad, sino parte de una estrategia de negociación calculada. “Tú llamas a eso acobardarse, pero se llama negociación”, afirmó, defendiendo su enfoque ante las políticas comerciales que han generado controversia a nivel global.
El término “TACO trade”, acuñado por el Financial Times, alude a las idas y venidas de Trump en materia comercial, especialmente tras suspender aranceles a países como México y Canadá. Según el presidente, estas decisiones son movimientos tácticos para presionar a otros países y lograr acuerdos favorables para Estados Unidos.
Un ejemplo claro de esta estrategia, según Trump, fue su imposición de un arancel del 50% a la Unión Europea, lo que llevó a los líderes europeos a solicitar reuniones inmediatas para negociar. “Les dije: ‘De acuerdo, les doy plazo hasta el 9 de julio'”, explicó el mandatario, subrayando que su enfoque busca resultados concretos.
La política arancelaria de Trump ha generado reacciones mixtas. Mientras algunos sectores en Estados Unidos ven en ella una forma de proteger la economía nacional, otros advierten sobre los riesgos de una guerra comercial que podría afectar los mercados globales. Las bolsas han mostrado volatilidad tras los anuncios de aranceles, con caídas significativas en empresas tecnológicas como Apple y Microsoft.
En el caso de México, Trump ha destacado su relación con la presidenta Claudia Sheinbaum, asegurando que las suspensiones temporales de aranceles a productos mexicanos son una muestra de respeto mutuo. Sin embargo, no ha descartado volver a imponerlos si no se cumplen ciertos acuerdos, especialmente en temas como migración y combate al narcotráfico.
Por otro lado, Trump también habló sobre su intención de “salvar” TikTok en Estados Unidos, pero señaló que esto requeriría la aprobación de China, un proceso que calificó como complicado. Esta postura refleja su interés por mantener una base de apoyo entre los jóvenes, quienes lo respaldaron en las elecciones gracias a la popularidad de la plataforma.
La incertidumbre sobre los aranceles continúa afectando a socios comerciales de Estados Unidos, desde América Latina hasta Asia. Países como China han respondido con sus propios gravámenes, intensificando las tensiones comerciales. Mientras tanto, Trump insiste en que su estrategia es la correcta para fortalecer la economía estadounidense, aunque los resultados aún están por verse.
A medida que las negociaciones avanzan, los ojos del mundo están puestos en las próximas decisiones de Trump. Sus movimientos en el tablero comercial podrían redefinir las relaciones económicas globales, pero también generar consecuencias impredecibles para los mercados y los consumidores.