Un tribunal federal de comercio en Estados Unidos ha dado un golpe inesperado a las políticas comerciales de Donald Trump al bloquear los aranceles del 25% impuestos a las importaciones provenientes de México, Canadá y China. La decisión, emitida este 28 de mayo de 2025, marca un freno a las medidas proteccionistas que habían encendido las alarmas en los mercados globales.
El fallo del Tribunal Internacional de Comercio determina que Trump excedió su autoridad al imponer estas tarifas sin el respaldo del Congreso, invocando una supuesta emergencia nacional. Los aranceles, que entraron en vigor a principios de marzo, buscaban presionar a México y Canadá en temas de migración y tráfico de fentanilo, pero desataron una ola de críticas por su impacto económico.
México, como principal proveedor de bienes a Estados Unidos, se vio particularmente afectado por estas medidas. En 2024, las exportaciones mexicanas al mercado estadounidense alcanzaron un récord de 505.851 millones de dólares, lo que refleja la profunda integración comercial entre ambos países. La amenaza de los aranceles puso en riesgo sectores clave como la industria automotriz y la agroindustria.
Canadá, por su parte, también enfrentó serias consecuencias. Las provincias canadienses, especialmente Ontario, temían una recesión económica debido al peso de las tarifas en su industria automotriz. La decisión del tribunal alivia temporalmente estas preocupaciones, aunque la incertidumbre persiste sobre los próximos pasos de la administración Trump.
El gobierno mexicano, encabezado por Claudia Sheinbaum, celebró el fallo como un triunfo de la diplomacia y el respeto al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Sheinbaum destacó que las negociaciones con Washington seguirán enfocadas en mantener la cooperación comercial sin sacrificar la soberanía nacional.
Por otro lado, la decisión judicial también beneficia a China, que enfrentaba un arancel del 10% adicional. Sin embargo, la relación comercial con el gigante asiático sigue tensa, con ambos países inmersos en una disputa que podría escalar si no se llega a un acuerdo en los próximos meses.
El impacto de los aranceles en los consumidores estadounidenses fue una de las principales críticas a las políticas de Trump. Estudios estimaban que el costo de los vehículos en Estados Unidos podría haber aumentado hasta 5,790 dólares debido a las tarifas, afectando directamente a las familias y a la economía doméstica.
Wall Street, que sufrió una de sus peores jornadas en marzo tras la imposición de los aranceles, reaccionó positivamente al fallo del tribunal. El mercado espera que esta decisión mitigue la inflación y restaure algo de estabilidad en las cadenas de suministro norteamericanas.
A pesar de este revés, Trump insiste en que los aranceles son necesarios para proteger la economía estadounidense. Sin embargo, economistas advierten que estas medidas podrían desencadenar una recesión global, afectando no solo a los países objetivo, sino también a los propios Estados Unidos.
El futuro del comercio en Norteamérica sigue en el aire. Mientras México y Canadá buscan fortalecer sus posiciones en las negociaciones, el mundo observa de cerca cómo se desarrollará este capítulo de la guerra comercial iniciada por Trump.