Un grave accidente sacudió al Buque Escuela Cuauhtémoc, emblema de la Armada de México, tras colisionar con el puente de Brooklyn en Nueva York. El incidente, ocurrido el pasado 17 de mayo, dejó un saldo devastador: dos cadetes fallecidos y 22 heridos, tres de ellos en estado grave. La noticia ha generado conmoción en México y en la comunidad internacional, mientras las autoridades buscan esclarecer las causas de esta tragedia.
El embajador de Estados Unidos en México, Ron Johnson, expresó sus condolencias y deseos de pronta recuperación para los cadetes afectados. En un mensaje compartido en redes sociales, señaló que sus pensamientos están con las víctimas, sus familias y la Secretaría de Marina. También aseguró que las autoridades estadounidenses están en contacto con el gobierno mexicano para brindar todo el apoyo necesario en este difícil momento.
El Buque Escuela Cuauhtémoc, conocido como el “Embajador y Caballero de los Mares”, zarpó de Acapulco el 6 de abril como parte del Crucero de Instrucción “Consolidación de la Independencia de México 2025”. Con 277 tripulantes a bordo, en su mayoría cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar, la embarcación tenía planeado visitar 22 puertos en 15 países. Nueva York era una de sus paradas, antes de dirigirse a Islandia.
El accidente ocurrió durante una maniobra de zarpe en el puerto de Nueva York. Según reportes preliminares, los tres mástiles del velero, de 44.8 metros de altura, chocaron contra la estructura del puente de Brooklyn, que tiene una altura libre de 41.1 metros. Las imágenes difundidas en redes sociales muestran el impacto devastador, con marinos colgando de los mástiles y los aparejos colapsando parcialmente.
La Secretaría de Marina confirmó que los cadetes América Yamilet Sánchez, de 20 años, y Adal Jair Marcos, de 22 años, perdieron la vida en el incidente. Ambos eran estudiantes destacados de la Heroica Escuela Naval Militar. América, originaria de Xalapa, Veracruz, era una competidora destacada en natación, mientras que Adal, de San Mateo del Mar, Oaxaca, había recorrido puertos en Asia, Oceanía y América en los últimos meses.
La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su pesar por lo ocurrido y ordenó al titular de la Secretaría de Marina, almirante Raymundo Pedro Morales, atender de inmediato a los heridos y esclarecer las causas del accidente. Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar, pues algunos señalan que la falta de mantenimiento y recursos para la Armada pudo haber contribuido a esta tragedia. La Secretaría de Marina aún no ha emitido un posicionamiento oficial sobre las posibles fallas técnicas.
La investigación está a cargo de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos, que ha desplegado un equipo de expertos para analizar las circunstancias del choque. Las primeras hipótesis apuntan a una posible falla mecánica en el motor o una pérdida de electricidad, pero se espera un informe preliminar en 30 días. Mientras tanto, el buque permanece anclado en Nueva York, considerado estructuralmente seguro, pero con daños significativos que impiden continuar su travesía.
La Embajada de México en Estados Unidos, encabezada por Esteban Moctezuma, ha coordinado la repatriación de 180 cadetes, quienes ya llegaron a Veracruz para reunirse con sus familias. Dos cadetes permanecen hospitalizados en Nueva York, en condición estable, recibiendo atención médica especializada. La Secretaría de Marina ha prometido apoyo integral a las familias de las víctimas y acompañamiento psicológico para los tripulantes.
El accidente ha generado reacciones de solidaridad en México y el extranjero. La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, lamentó el fallecimiento de América Yamilet Sánchez y expresó su apoyo a las familias afectadas. En redes sociales, ciudadanos y exmarinos han compartido mensajes de condolencias, destacando el orgullo que representa el Cuauhtémoc como símbolo de México en los mares del mundo.
A pesar de la tragedia, el legado del Buque Escuela Cuauhtémoc permanece intacto. Durante más de 40 años, ha formado a generaciones de marinos y ha llevado la bandera mexicana a más de 200 puertos en 60 países. Este accidente, sin embargo, plantea preguntas sobre la seguridad y el mantenimiento de las embarcaciones de la Armada, mientras México llora la pérdida de dos jóvenes promesas navales.