La noche del martes 27 de mayo, un hecho estremecedor sacudió las calles de Cuernavaca, Morelos. Sarah Olivia Rendón Parra, de 34 años, hija de la directora del Centro de Justicia para las Mujeres, Sara Olivia Parra Téllez, fue asesinada a balazos en un aparente intento de robo de su vehículo. El crimen ocurrió en la avenida Domingo Diez, en la colonia El Empleado, una de las zonas más transitadas de la capital.
Sarah, trabajadora de la Defensoría Pública de Morelos, conducía una camioneta Mazda negra junto a una mujer de la tercera edad, cuya identidad no ha sido revelada. Según reportes policiales, al menos cuatro hombres encapuchados interceptaron el vehículo en el cruce con la calle 5 de Mayo. Los agresores dispararon directamente contra el parabrisas, dejando a Sarah sin vida en el lugar. La acompañante resultó herida y fue trasladada a un hospital tras sufrir una crisis nerviosa.
La violencia en Morelos no da tregua. Este asesinato se suma a una ola de crímenes que azotan el estado, donde los índices de inseguridad han encendido las alarmas entre la población. En lo que va de 2025, Morelos registra 499 homicidios, un promedio de cuatro asesinatos al día, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Además, más de la mitad de los 917 robos de vehículo reportados este año han sido con violencia.
Sara Olivia Parra Téllez, madre de la víctima y titular del Centro de Justicia para las Mujeres, expresó su profundo dolor en redes sociales. Describió a su hija como una persona excepcional, inteligente, proactiva y comprometida con ayudar a los demás. En su mensaje, destacó el vacío que este crimen deja en su vida y exigió justicia para Sarah, un clamor que resuena entre los ciudadanos de Morelos.
Las autoridades locales han prometido una investigación exhaustiva. La Fiscalía General del Estado de Morelos señaló que no descarta ninguna línea de investigación y que trabaja en coordinación con la policía estatal para identificar a los responsables. Sin embargo, hasta el momento no hay detenidos, lo que genera incertidumbre y desconfianza en la efectividad de las instituciones.
El crimen ha desatado indignación en la entidad. Vecinos de la colonia El Empleado, testigos del ataque, relataron la brutalidad del hecho y la rapidez con la que los agresores huyeron. La escena fue acordonada por elementos de la policía municipal y la Guardia Nacional, mientras peritos recababan evidencias en el lugar. La falta de avances inmediatos refuerza la percepción de impunidad que prevalece en la región.
La gobernadora Margarita González Saravia condenó el asesinato y aseguró que no quedará impune. En un mensaje en redes sociales, expresó sus condolencias a la familia Parra Téllez y afirmó que la mesa estatal de seguridad ya implementó acciones para dar con los culpables. Sin embargo, estas declaraciones no calman la preocupación de una ciudadanía que enfrenta la violencia día tras día.
El caso de Sarah Olivia Rendón Parra no es aislado. Morelos ha sido escenario de múltiples homicidios en los últimos meses, incluyendo ataques contra funcionarios y activistas. La muerte de Sarah pone en evidencia la fragilidad de la seguridad en el estado y la urgencia de medidas efectivas para frenar la delincuencia. La sociedad exige respuestas y justicia, mientras el dolor de una madre y una comunidad enlutada resuena en todo el país.
La camioneta de Sarah, que terminó estrellada contra una barda tras el ataque, permanece como un recordatorio de la tragedia. Los morelenses se preguntan cuánto más tendrán que esperar para vivir en un estado seguro. La memoria de Sarah, descrita como una mujer leal y dedicada, impulsa el reclamo de un alto a la violencia que sigue cobrando vidas inocentes.