La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que recibió una invitación del primer ministro de Canadá, Mark Carney, para asistir a la cumbre del G7, programada para el 15 al 17 de junio en Kananaskis, Alberta. Este evento reúne a los líderes de las principales economías del mundo, pero México no forma parte del grupo, por lo que su asistencia sería como invitada especial.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum reveló que la invitación llegó en una llamada reciente con Carney, donde discutieron temas como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y la relación con Estados Unidos. Sin embargo, la mandataria dejó en el aire su decisión, diciendo que aún está evaluando si asistirá o no.
La posible presencia de Sheinbaum en el G7 ha levantado sospechas. ¿Qué busca realmente el gobierno mexicano en este foro internacional? La cumbre podría ser una plataforma para negociar temas comerciales clave, pero también para encuentros bilaterales con líderes como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuya asistencia ya está confirmada.
El contexto de la invitación no es menor. Según medios canadienses, el Consejo Empresarial de Canadá, encabezado por Goldy Hyder, presionó para que Sheinbaum fuera invitada. Esto ocurre en medio de tensiones por los aranceles impuestos por Trump, que afectan tanto a México como a Canadá, y mientras se aproxima la revisión del T-MEC, originalmente programada para 2026 pero que podría adelantarse.
Sheinbaum no descartó un encuentro cara a cara con Trump en el G7, lo que marcaría su primer acercamiento formal con el presidente estadounidense desde que ambos asumieron sus cargos. Sin embargo, su ambigüedad sobre asistir al evento genera dudas sobre las prioridades del gobierno mexicano en política exterior.
La relación con Canadá también está en el radar. Carney y Sheinbaum han hablado en varias ocasiones, destacando la importancia de fortalecer la integración económica de Norteamérica. Pero, ¿está México preparado para defender sus intereses en un escenario dominado por las grandes potencias?
La cumbre del G7, conformada por Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón, es un espacio exclusivo para las economías más industrializadas. La invitación a México podría ser una oportunidad estratégica, pero también un movimiento arriesgado en un contexto de tensiones comerciales y geopolíticas.
Mientras Sheinbaum evalúa su asistencia, la falta de claridad sobre su decisión mantiene la incertidumbre. ¿Es esta una maniobra para ganar relevancia internacional o una distracción ante los problemas internos que enfrenta su administración? Los próximos días serán clave para conocer su postura final.