Un colectivo de búsqueda ha hecho un hallazgo escalofriante en la zona del Mirador de Topilejo, en la alcaldía Tlalpan de la Ciudad de México. Durante el segundo día de una jornada de búsqueda, se encontraron dos elementos óseos en un área marcada por la violencia y el abandono. Este descubrimiento pone en evidencia, una vez más, la grave situación de inseguridad que azota a la capital del país.
La jornada de búsqueda en Topilejo forma parte de los esfuerzos incansables de colectivos ciudadanos que, ante la aparente indiferencia de las autoridades, han tomado en sus manos la tarea de buscar a personas desaparecidas. En esta ocasión, se reportaron cuatro restos óseos en total, los cuales serán analizados por peritos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para determinar su origen e identidad.
El Mirador de Topilejo, un área boscosa y de difícil acceso, se ha convertido en un punto crítico para este tipo de hallazgos. La zona, colindante con la carretera México-Cuernavaca, ha sido escenario de hechos violentos en el pasado, incluyendo enfrentamientos armados y reportes de actividades delictivas. La presencia de restos humanos en este lugar no hace más que confirmar la alarmante impunidad que prevalece.
Organizaciones como el Colectivo HECDMX han destacado la complejidad de las labores de búsqueda en esta región, donde el terreno empinado y la falta de apoyo logístico dificultan las tareas. A pesar de estas adversidades, los colectivos insisten en su labor, movidos por el dolor de miles de familias que buscan a sus seres queridos desaparecidos.
La Fiscalía capitalina ha anunciado que los restos encontrados serán sometidos a análisis forenses. Sin embargo, la lentitud en los procesos de identificación y la falta de avances concretos en las investigaciones generan desconfianza entre los colectivos y la ciudadanía. Las familias afectadas exigen respuestas claras y acciones efectivas para esclarecer estos casos.
Este hallazgo se suma a una serie de descubrimientos similares en la Ciudad de México y otras partes del país. En abril de 2025, otro colectivo localizó restos óseos en la zona del Ajusco, lo que evidencia que el problema de las fosas clandestinas no es exclusivo de Topilejo, sino una crisis extendida que las autoridades no han sabido controlar.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, ha presumido la implementación de una Estrategia para la Búsqueda y Localización de Personas 2025-2030. Sin embargo, los resultados en el terreno son escasos, y los colectivos denuncian que las promesas de las autoridades se quedan en discursos vacíos, mientras la violencia y las desapariciones siguen en aumento.
La ciudadanía, por su parte, se encuentra cada vez más alarmada ante la incapacidad del gobierno para garantizar la seguridad. Topilejo, un pueblo con una rica historia cultural, se ve ahora manchado por la delincuencia y la falta de acción de las autoridades locales, que parecen rebasadas por la magnitud del problema.
Organizaciones civiles han hecho un llamado a expertos en rapel y a la sociedad en general para sumarse a estas jornadas de búsqueda. La falta de recursos y el riesgo que implica trabajar en zonas como el Mirador de Topilejo no detienen a estas personas, que continúan su labor con una determinación admirable frente a la indiferencia oficial.
Este nuevo hallazgo en Topilejo no solo es un recordatorio de la crisis de desapariciones en México, sino también un reflejo de la urgencia de políticas públicas efectivas. La pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo seguirán los colectivos haciendo el trabajo que le corresponde al gobierno?

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Restos óseos hallados en Topilejo: la crisis de inseguridad se agrava en la capital
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