Este miércoles 28 de mayo concluyeron las campañas para las elecciones del Poder Judicial, un proceso histórico que definirá el futuro de jueces, magistrados y ministros en México. Más de 3,400 candidatos han competido durante 60 días por 881 cargos federales, incluyendo nueve ministerios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La intensidad de las campañas marcó un hito en la participación ciudadana, pero ahora el país entra en un periodo clave.
A partir del primer minuto del jueves 29 de mayo, inicia la veda electoral, un lapso de tres días donde los candidatos tienen estrictamente prohibido realizar actos de campaña o difundir propaganda. Este periodo, que abarca hasta el cierre de las casillas el domingo 1 de junio, busca garantizar que los ciudadanos reflexionen sobre su voto sin influencias externas. La veda es una pausa para que la ciudadanía evalúe las propuestas y tome una decisión informada.
La elección del 1 de junio será un evento sin precedentes, ya que los mexicanos elegirán directamente a los integrantes del Poder Judicial. Entre los cargos en juego, destacan cinco magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial y 15 de las salas regionales del Tribunal Electoral. Además, se renovarán 464 magistraturas de circuito y 386 jueces de distrito, en un proceso que busca transformar la justicia en el país.
El Instituto Nacional Electoral ha establecido reglas claras para la veda electoral. Durante estos días, está prohibido difundir encuestas, sondeos de opinión o cualquier tipo de propaganda electoral. Los candidatos que infrinjan estas disposiciones podrían enfrentar sanciones severas, desde multas hasta la cancelación de su registro, según lo estipulado por la ley electoral.
Las campañas han estado marcadas por la participación de figuras destacadas, como las actuales ministras de la Suprema Corte, Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz y Lenia Batres, quienes buscan renovar sus cargos mediante el voto popular. Este proceso, impulsado por la reforma constitucional del expresidente Andrés Manuel López Obrador, ha generado debates intensos sobre la independencia judicial y la influencia política en la justicia.
La jornada electoral del domingo iniciará a las 8 de la mañana y concluirá a las 6 de la tarde. El INE ha dispuesto una sola urna por casilla, donde se depositarán los votos para todos los cargos, sin distinguir entre elecciones federales o locales. Este mecanismo simplifica el proceso, pero exige una organización impecable para garantizar la transparencia.
Una vez cerradas las casillas, el INE comenzará el conteo de votos, aunque no se darán a conocer nombres de ganadores la misma noche. Entre las 11:30 y las 11:40 de la noche del domingo, se emitirán reportes sobre el avance del cómputo. Los resultados definitivos se publicarán gradualmente entre el 4 y el 10 de junio, según el tipo de cargo, con transmisiones en vivo para garantizar la transparencia.
La ciudadanía podrá seguir el avance del conteo a través de un portal en tiempo real en la página oficial del INE. Además, se instalarán cámaras de videovigilancia en los espacios donde se realice el escrutinio, reforzando la confianza en el proceso. Los ganadores asumirán sus cargos en septiembre, marcando un nuevo capítulo para el Poder Judicial en México.
Este proceso electoral no solo definirá a los nuevos jueces y magistrados, sino que también pondrá a prueba la capacidad del sistema electoral mexicano para manejar una elección de esta magnitud. Con más de 100 millones de ciudadanos convocados a votar, la participación será clave para legitimar esta transformación judicial.
La veda electoral es un momento de reflexión, pero también de expectativa. México se prepara para una jornada que podría redefinir la justicia en el país, en medio de un contexto donde la transparencia y la independencia del Poder Judicial están bajo escrutinio.