En un nuevo episodio que sacude al estado de Chihuahua, autoridades de la Fiscalía General del Estado localizaron 10 cuerpos en fosas clandestinas en un terreno conocido como “El Willy”, en el Ejido Ignacio Zaragoza, municipio de Casas Grandes. El hallazgo, reportado este 28 de mayo, se suma a la escalofriante cifra de restos humanos encontrados en la región, donde la violencia del crimen organizado parece no tener fin.
Los cuerpos fueron descubiertos tras un operativo conjunto entre la Comisión Local de Búsqueda, la Agencia Estatal de Investigación, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional. Según las autoridades, las fosas contenían restos humanos en diferentes estados, desde osamentas completas hasta fragmentos óseos, lo que evidencia la brutalidad de los crímenes cometidos en esta zona.
El predio “El Willy” ya había sido escenario de hallazgos similares. Entre diciembre de 2024 y enero de 2025, se exhumaron 72 cuerpos en 38 fosas clandestinas en el mismo lugar. Este nuevo descubrimiento eleva la cifra a 82 cuerpos recuperados en la región, un número que pone en evidencia la magnitud de la crisis de inseguridad que azota Chihuahua.
La fiscalía informó que los restos serán analizados por peritos en criminología y antropología forense para determinar las identidades de las víctimas, así como las causas y el tiempo de su fallecimiento. Sin embargo, la falta de avances en la identificación de los cuerpos encontrados previamente genera dudas sobre la efectividad de las autoridades en este proceso.
La región noroeste de Chihuahua, cercana a la frontera con Sonora, es conocida por ser un punto estratégico para el crimen organizado, donde grupos delictivos disputan el control territorial. Esta lucha ha dejado un rastro de desapariciones y asesinatos, con más de 500 casos de personas no localizadas registrados en la zona, según datos oficiales.
El hallazgo de estas fosas clandestinas no es un hecho aislado. En los últimos meses, colectivos de búsqueda y autoridades han reportado entierros ilegales en estados como Sonora, Jalisco, Chiapas y Tabasco, lo que refleja una crisis nacional que parece desbordar a las instituciones encargadas de garantizar la seguridad.
La opacidad en las estadísticas oficiales agrava la situación. Desde mediados de 2023, el gobierno federal no ha actualizado los datos sobre fosas clandestinas ni los restos encontrados, dejando en la oscuridad el verdadero alcance de este problema. Esta falta de transparencia ha sido señalada por colectivos de búsqueda como una barrera para dar justicia a las víctimas.
Organizaciones como Madres Buscadoras de Sonora han tomado un rol protagónico en la localización de fosas, muchas veces ante la inacción de las autoridades. En Chihuahua, la colaboración entre la Comisión Local de Búsqueda y las fuerzas de seguridad ha sido clave, pero los resultados aún están lejos de ofrecer respuestas a las familias de los desaparecidos.
La violencia en Chihuahua no solo se traduce en fosas clandestinas. Enfrentamientos entre grupos criminales, como los registrados con el Nuevo Cártel de Juárez, han dejado un saldo de muertos y armas decomisadas, evidenciando la incapacidad del gobierno para frenar la escalada de inseguridad en la región.
Este nuevo hallazgo en “El Willy” es un recordatorio de la deuda histórica que México tiene con las víctimas de la violencia. Mientras las fosas clandestinas siguen apareciendo, las familias de los desaparecidos continúan exigiendo justicia y respuestas, en un país donde la impunidad parece ser la norma.

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Encuentran 10 cuerpos en fosas clandestinas en Chihuahua: la violencia no da tregua
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