Elon Musk, el magnate tecnológico y exasesor de Donald Trump, ha desatado una controversia al criticar duramente el nuevo plan fiscal impulsado por el presidente de Estados Unidos. En una entrevista reciente con CBS, Musk expresó su decepción por lo que considera un proyecto de ley que aumenta el déficit presupuestario y obstaculiza los esfuerzos de reducción de gasto público que él mismo promovía.
El plan fiscal, conocido como “El Gran y Hermoso Proyecto de Ley”, busca extender los recortes tributarios aprobados durante el primer mandato de Trump en 2017. Además, incluye medidas como un impuesto del 3.5% a las remesas enviadas al extranjero, lo que ha generado críticas no solo de Musk, sino también de gobiernos como el de México, que lo considera una medida discriminatoria.
Musk, quien hasta hace poco lideró el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), señaló que este proyecto contradice los objetivos de austeridad que su equipo defendía. Según el empresario, la legislación no solo no reduce el déficit, sino que lo incrementa significativamente, estimándose un aumento de 3.8 billones de dólares en la deuda federal para 2034, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
El impuesto a las remesas ha sido uno de los puntos más polémicos. Inicialmente propuesto en un 5%, fue reducido al 3.5% tras negociaciones en la Cámara de Representantes, donde el proyecto fue aprobado por un estrecho margen de 215 a 214 votos. Este gravamen afectaría directamente a millones de migrantes, incluidos los mexicanos, quienes enviaron más de 64 mil millones de dólares a México en 2024.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha calificado el impuesto como una injusticia que perjudica a las familias migrantes. México, el segundo país que más remesas recibe a nivel mundial, podría ver una reducción significativa en estos ingresos, que representan una fuente clave de divisas para la economía nacional.
A pesar de las críticas, el plan fiscal cuenta con el respaldo de la mayoría republicana en el Congreso, aunque no sin tensiones. Algunos legisladores conservadores se opusieron inicialmente por considerar que el aumento del déficit es insostenible, lo que obligó a realizar ajustes de última hora para asegurar su aprobación en la Cámara Baja.
El proyecto ahora enfrenta un futuro incierto en el Senado, donde algunos republicanos han expresado preocupaciones similares a las de Musk. Si se introducen modificaciones, la legislación deberá regresar a la Cámara de Representantes, lo que podría retrasar su implementación.
Las declaraciones de Musk han generado un revuelo político, ya que el multimillonario fue un importante donante de la campaña de Trump, aportando al menos 250 millones de dólares. Su crítica pública podría tensar la relación con el presidente, quien ha promovido este plan como una de sus principales promesas legislativas.
Mientras tanto, el impacto del impuesto a las remesas sigue siendo un tema candente. Países como México, India y varias naciones centroamericanas, donde las remesas representan hasta un 20% del PIB, podrían enfrentar serias consecuencias económicas si la medida entra en vigor.
El debate sobre este plan fiscal refleja las profundas divisiones dentro del Partido Republicano y las complejidades de equilibrar promesas de campaña con la realidad económica. Por ahora, la atención está puesta en el Senado, donde el destino de esta controvertida legislación aún está por definirse.