Dámaso López Serrano, conocido como “El Mini Lic”, se presentó en una corte federal de Virginia y se declaró culpable por cargos relacionados con el tráfico de fentanilo. Este narcotraficante mexicano, vinculado al Cártel de Sinaloa, firmó un nuevo acuerdo de cooperación con la fiscalía de Estados Unidos.
La noticia, que ha generado revuelo, marca un nuevo capítulo en la lucha contra el crimen organizado trasnacional. López Serrano, de 37 años, se entregó voluntariamente a las autoridades estadounidenses en 2017 tras cruzar la frontera en Calexico, California. Desde entonces, ha colaborado como testigo clave en varios casos de alto perfil.
El acuerdo firmado este 28 de mayo de 2025 lo consolida como un informante crucial para las autoridades de Estados Unidos. Según reportes, “El Mini Lic” proporcionará información sobre las operaciones del Cártel de Sinaloa, incluyendo rutas de tráfico, redes de distribución y posibles vínculos con otras organizaciones criminales.
Su cooperación no es nueva. Desde su entrega, ha participado en investigaciones que han llevado a la captura y procesamiento de otros líderes del narcotráfico. Este nuevo acuerdo podría implicar beneficios legales para él, como una posible reducción de sentencia, aunque los detalles exactos no han sido revelados.
López Serrano es hijo de Dámaso López Núñez, alias “El Licenciado”, otro exlíder del Cártel de Sinaloa que también colabora con las autoridades estadounidenses tras su extradición en 2018. La familia López ha estado profundamente involucrada en el crimen organizado, lo que hace que la información de “El Mini Lic” sea especialmente valiosa.
El impacto de este acuerdo podría extenderse más allá de las fronteras de Estados Unidos. Las autoridades mexicanas y estadounidenses han intensificado su cooperación en los últimos años para combatir el tráfico de fentanilo, una droga que ha causado miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
Sin embargo, la colaboración de figuras como “El Mini Lic” también levanta preguntas sobre la efectividad de estas estrategias. Mientras los cárteles continúan operando, muchos se preguntan si estas alianzas con exnarcotraficantes realmente debilitan a las organizaciones criminales o solo generan nuevos conflictos internos.
El caso de López Serrano llega en un momento en que el gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha declarado a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo que ha incrementado la presión para desmantelarlos. Este nuevo acuerdo podría ser un paso más en esa dirección, pero el camino para frenar el narcotráfico sigue siendo complejo.