En la colonia Francisco Villa, en la ciudad de Chihuahua, la desaparición de Sandy Matilde, una joven de 22 años, ha generado preocupación entre sus familiares y vecinos. El pasado lunes 26 de mayo, Sandy fue vista por última vez alrededor de las 19:00 horas, cuando salió de su domicilio sin dar mayores detalles sobre su destino. Desde entonces, no se ha tenido noticia de su paradero, lo que ha desatado una intensa búsqueda por parte de sus seres queridos.
Según información proporcionada por la familia, Sandy Matilde vestía una blusa negra, pantalones de mezclilla y tenis blancos al momento de su desaparición. Su estatura aproximada es de 1.60 metros, tiene cabello largo y liso de color castaño, y un lunar característico en el rostro. Estos detalles han sido difundidos ampliamente en redes sociales con la esperanza de obtener alguna pista sobre su ubicación.
La denuncia por su desaparición fue presentada ante la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, que ya activó el Protocolo Alba, un mecanismo diseñado para la búsqueda inmediata de mujeres desaparecidas. Agentes de la Unidad de Personas Desaparecidas han iniciado operativos en la zona, revisando cámaras de seguridad y entrevistando a posibles testigos en la colonia Francisco Villa.
La comunidad de la colonia se ha volcado en apoyo a la familia, organizando brigadas de búsqueda en las calles aledañas y compartiendo la ficha de Sandy Matilde en redes sociales. Vecinos han expresado su inquietud por el aumento de casos de inseguridad en la zona, señalando que este tipo de incidentes genera temor entre los habitantes.
Las autoridades han indicado que no se descarta ninguna línea de investigación. Hasta el momento, no se han encontrado indicios de violencia en el lugar donde Sandy fue vista por última vez, pero la incertidumbre crece con el paso de las horas. La familia ha pedido a la población mantenerse atenta a cualquier información que pueda ayudar a localizarla.
La desaparición de Sandy Matilde se suma a otros casos similares en el estado de Chihuahua, donde la violencia y la inseguridad han sido un problema recurrente. Organizaciones civiles han criticado la falta de estrategias efectivas por parte del gobierno para garantizar la seguridad de las mujeres, exigiendo acciones concretas para prevenir estas tragedias.
La madre de Sandy, visiblemente afectada, ha hecho un llamado desesperado a la comunidad. En una declaración a medios locales, expresó que su hija es una persona alegre y trabajadora, y que no tenía conflictos conocidos que pudieran explicar su ausencia. La familia mantiene la esperanza de encontrarla con vida.
Mientras la búsqueda continúa, la sociedad chihuahuense se une en un clamor por justicia y seguridad. La desaparición de Sandy Matilde pone en evidencia, una vez más, los retos que enfrenta el estado en materia de protección a sus ciudadanos, especialmente a las mujeres jóvenes.
Las autoridades han prometido redoblar esfuerzos en la investigación, pero el tiempo es crucial en estos casos. Cada hora que pasa sin noticias de Sandy aumenta la angustia de quienes la esperan en casa. La comunidad permanece alerta, con la esperanza de que esta joven regrese pronto a su hogar.
La información sobre el caso sigue siendo limitada, pero la solidaridad de los ciudadanos y la presión social podrían ser clave para obtener respuestas. Por ahora, la ciudad de Chihuahua contiene el aliento, esperando que Sandy Matilde sea encontrada sana y salva.