Una corte federal de Estados Unidos bloqueó este miércoles gran parte de la política arancelaria del presidente Donald Trump, al considerar que excede sus facultades legales. La decisión, tomada por un panel de tres jueces de la Corte de Comercio Internacional, marca un revés significativo para una de las medidas más emblemáticas de su segundo mandato.
Los jueces determinaron que el Congreso de EE.UU. no otorga al presidente una autoridad ilimitada para imponer aranceles bajo la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales de 1977 (IEEPA). Esta ley, invocada por Trump para justificar los gravámenes, no permite una aplicación tan amplia como la propuesta por la Casa Blanca.
La política arancelaria incluía gravámenes globales y recíprocos anunciados el 2 de abril, bautizado por Trump como el Día de la Liberación. Entre estos se encontraban aranceles del 10% a 184 países, incluyendo Uruguay, así como medidas específicas contra Canadá, México y China para combatir el tráfico de fentanilo y la migración.
La corte dictaminó que las órdenes arancelarias de Trump son inconstitucionales, ya que el poder para regular el comercio internacional recae exclusivamente en el Congreso. Los jueces ordenaron la suspensión permanente de los aranceles impuestos bajo la IEEPA, aunque las tasas del 25% sobre automóviles, acero y aluminio, reguladas por otra ley, no se vieron afectadas.
La decisión responde a dos demandas presentadas por empresas y estados, que argumentaron que Trump violaba la Constitución al extralimitarse en sus poderes. Entre los demandantes se encuentra el Liberty Justice Center, que representó a cinco empresas afectadas por los gravámenes.
La Casa Blanca no tardó en reaccionar. El portavoz Kush Desai anunció que apelarán el fallo, argumentando que no corresponde a jueces no electos decidir cómo enfrentar una emergencia nacional. Desai defendió la postura de Trump, afirmando que el déficit comercial de EE.UU. ha generado una crisis que afecta a trabajadores, industrias y comunidades.
El panel de jueces, nombrados por Trump y los expresidentes Ronald Reagan y Barack Obama, subrayó que la IEEPA no otorga al presidente la facultad de imponer aranceles de manera tan generalizada. La decisión judicial busca reafirmar el rol del Congreso en la regulación del comercio internacional.
Wall Street celebró el fallo con alzas superiores al 1% en los principales índices bursátiles tras el cierre. Los inversores, que veían los aranceles como una fuente de incertidumbre, reaccionaron positivamente ante la eliminación de esta política que desestabilizaba los mercados globales.
La suspensión de los aranceles llega tras un periodo de volatilidad. Tras fuertes caídas en las bolsas, Trump había pausado la mayoría de los gravámenes el 9 de abril, manteniendo solo un 10% durante 90 días para negociar con otros países. Sin embargo, la orden judicial ahora prohíbe su implementación definitiva.
Este fallo plantea un debate sobre los límites del poder presidencial en materia comercial. Mientras la administración Trump insiste en que los aranceles son esenciales para proteger la economía estadounidense, la decisión judicial refuerza el principio de que el Congreso tiene la última palabra en el comercio internacional.