La Comisión Nacional del Agua ha llevado a cabo un operativo en el rancho El Saucito, propiedad del exgobernador de Chihuahua, César Duarte, donde se demolieron estructuras hidráulicas construidas de manera ilegal. Este rancho, ubicado en el municipio de Balleza, almacenaba de forma ilícita alrededor de 700 mil metros cúbicos de agua, un recurso crítico en una región azotada por la sequía.
El operativo, ejecutado con maquinaria pesada, destruyó cinco represas, una presa principal y un pozo que carecían de los permisos necesarios. Estas estructuras, según las autoridades, obstaculizaban el flujo natural del agua, afectando el equilibrio hídrico en una zona que enfrenta una crisis severa por la falta de lluvias.
Efraín Morales, director de Conagua, destacó que estas acciones buscan garantizar un acceso equitativo al agua en Chihuahua. En una conferencia matutina, señaló que es inaceptable que un exmandatario busque beneficiarse de manera individual en medio de una emergencia hídrica que afecta a productores y comunidades locales.
El rancho El Saucito, de 4,300 hectáreas, ha estado en el centro de la controversia desde hace años. Durante el gobierno de César Duarte, se construyeron estas presas sin autorización, según Conagua, para acaparar agua destinada a uso personal, principalmente para actividades ganaderas.
La intervención no estuvo exenta de obstáculos. Los hermanos de Duarte intentaron frenar el operativo mediante un amparo presentado ante una jueza federal, quien otorgó una suspensión provisional en menos de 24 horas. Sin embargo, las autoridades federales lograron desmantelar parte de las estructuras antes de la intervención judicial.
Este caso se suma a las investigaciones en curso contra César Duarte, quien enfrenta procesos penales por presunto peculado y asociación delictuosa. El rancho, que fue decomisado en 2021 por la fiscalía estatal, le fue devuelto al exgobernador en el mismo año, lo que ha generado críticas por la falta de consecuencias legales.
La gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, respaldó las acciones de Conagua, afirmando que el agua debe ser para la gente y no para quienes abusan del poder. Subrayó la gravedad de que, en un contexto de escasez, se intente acaparar este recurso vital para beneficio propio.
La acción de Conagua ha sido aplaudida por productores y ambientalistas, quienes han denunciado durante años el acaparamiento de agua por parte de figuras políticas en la región. Este operativo, según las autoridades, es parte de una estrategia más amplia para combatir las extracciones ilegales y garantizar un uso justo del agua.
El caso pone en evidencia los desafíos que enfrenta Chihuahua ante la sequía extrema y el cambio climático. La sobreexplotación de recursos hídricos sigue siendo un problema crítico, afectando a comunidades que dependen del agua para la agricultura y el consumo humano.
Las autoridades federales no descartan presentar denuncias adicionales por posibles delitos ambientales y uso indebido de recursos hídricos, lo que podría complicar aún más la situación legal de César Duarte y su entorno.