La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) sigue firme en su plantón en el Zócalo de la Ciudad de México, tras no alcanzar acuerdos con el gobierno federal. Los maestros, que han paralizado actividades desde el 15 de mayo, exigen soluciones concretas a su pliego petitorio, pero las negociaciones no han prosperado.
Yenny Aracely Pérez, secretaria general de la Sección 22 de la CNTE, dejó claro que la principal demanda es la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007. Según los docentes, esta ley afecta directamente sus derechos laborales y de seguridad social, un reclamo que han sostenido por años.
A pesar de las mesas de diálogo con la Secretaría de Gobernación, los representantes de la CNTE aseguran que no hay avances significativos. La falta de respuestas claras por parte del gobierno de Claudia Sheinbaum ha encendido las críticas de los maestros, quienes acusan al Ejecutivo de ignorar sus demandas.
El plantón, instalado frente a Palacio Nacional, ha generado tensiones en la capital. Los maestros han realizado bloqueos en puntos clave como la Secretaría de Educación Pública, Hacienda y el INE, afectando la movilidad en la Ciudad de México. Estas acciones han sido duramente criticadas por ciudadanos y autoridades.
Pedro Hernández, líder de la Sección 9, afirmó que el movimiento no se detendrá. Los docentes planean una asamblea nocturna para decidir los siguientes pasos, que podrían incluir más movilizaciones o incluso un paro indefinido si no hay soluciones inmediatas.
La CNTE también exige un aumento salarial del 100%, la reinstalación de profesores cesados y la eliminación de la reforma educativa de 2019. Consideran que las propuestas del gobierno, como el incremento del 10% al salario, son insuficientes para cubrir sus necesidades.
Las protestas han causado molestias en la capital, con cierres viales y afectaciones al transporte público. Sin embargo, los maestros defienden su derecho a manifestarse, argumentando que su lucha es por la defensa de la educación pública y los derechos laborales.
El gobierno federal, por su parte, insiste en que el diálogo está abierto. Sin embargo, la presidenta Sheinbaum ha descartado reunirse directamente con la CNTE, delegando las negociaciones a los secretarios de Gobernación y Educación Pública.
La situación sigue en un punto muerto, con el Zócalo ocupado y la tensión en aumento. La CNTE advierte que no levantará el plantón hasta que sus demandas sean atendidas, lo que anticipa más días de protestas en el corazón de la capital.
La asamblea nocturna será clave para definir el rumbo del movimiento. Los maestros aseguran que, de no haber avances, intensificarán sus acciones, lo que podría agravar el conflicto con el gobierno federal.