El Banco de México (Banxico) ha ajustado a la baja su estimación de crecimiento económico para 2025, proyectando un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de apenas un 0.1%. Esta cifra representa una caída significativa frente al 0.6% estimado en febrero, consolidando un panorama sombrío para la economía del país.
La revisión se debe a la persistente debilidad económica observada en los últimos meses, con un cierre de 2024 marcado por una contracción del PIB de 0.6%. Aunque el primer trimestre de 2025 mostró un leve repunte del 0.2%, el crecimiento anual se mantiene en un modesto 0.6%, según datos preliminares del INEGI.
Banxico atribuye este bajo desempeño a factores como la incertidumbre generada por las políticas comerciales de Estados Unidos, principal socio comercial de México. Las amenazas de aranceles del presidente Donald Trump han generado un clima de inestabilidad que afecta el consumo y la inversión privada.
Además, la consolidación fiscal anunciada por el gobierno de Claudia Sheinbaum limita el impulso del gasto público, lo que reduce aún más las perspectivas de crecimiento. La producción industrial y el sector servicios, que representan más del 90% del PIB, muestran estancamiento o contracción.
El único sector que ha mostrado dinamismo es el agrícola, con un crecimiento trimestral del 8.1% en el primer trimestre de 2025, impulsado por condiciones climáticas favorables. Sin embargo, este avance no es suficiente para compensar la debilidad en otras áreas clave de la economía.
Para 2026, Banxico también redujo su pronóstico, pasando de un 1.8% a un 0.9%. Esta proyección refleja un entorno de incertidumbre prolongada, con riesgos como una posible desaceleración en la economía estadounidense y volatilidad en los mercados financieros.
En términos de empleo, Banxico estima la creación de entre 220,000 y 420,000 empleos formales en 2025, una cifra menor a la proyectada anteriormente. Este dato pone en evidencia las dificultades para reactivar el mercado laboral en un contexto de bajo crecimiento.
La inflación, por su parte, se mantiene dentro del rango objetivo de Banxico, con una proyección de 3.3% para el cierre de 2025. Sin embargo, el banco central advierte que la inflación subyacente podría persistir, lo que limita las posibilidades de un relajamiento significativo en la política monetaria.
La gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, destacó que la incertidumbre en el entorno internacional y la falta de dinamismo interno son los principales obstáculos para un crecimiento más robusto. A pesar de ello, el banco central mantiene su compromiso con la estabilidad de precios.
Este nuevo recorte en las expectativas de crecimiento pone en alerta al sector privado, que ya anticipa un año complicado. Analistas advierten que, sin medidas que impulsen la inversión y la productividad, México podría enfrentar un estancamiento económico prolongado.