La administración de Donald Trump ha ordenado a las embajadas y consulados de Estados Unidos suspender de inmediato la programación de entrevistas para visas de estudiantes extranjeros. Esta medida, reportada por diversos medios, busca implementar un escrutinio más riguroso de las redes sociales de los solicitantes, generando preocupación en la comunidad académica internacional.
El Departamento de Estado, liderado por el secretario Marco Rubio, emitió un comunicado que prohíbe agendar nuevas citas para visas de las categorías F, M y J, destinadas a estudiantes y visitantes de intercambio. La directiva, enviada a diplomáticos de todo el mundo, señala que las entrevistas ya programadas podrán realizarse, pero no se permitirá añadir nuevas hasta que se emitan nuevas guías en los próximos días.
El objetivo principal de esta pausa es fortalecer los controles de seguridad, enfocándose en la revisión de las redes sociales de los aspirantes. Según reportes, el gobierno de Trump busca detectar contenido que considere una amenaza a la seguridad nacional o que promueva el antisemitismo, ampliando una política que ya requería revisar publicaciones en plataformas como Instagram, X y TikTok.
Esta decisión llega en un contexto de tensiones entre la administración Trump y las universidades estadounidenses, muchas de las cuales dependen económicamente de los estudiantes internacionales. En 2024, Estados Unidos emitió más de 400 mil visas estudiantiles, y una interrupción prolongada podría generar un colapso en el sistema de admisiones, afectando a instituciones educativas y a miles de estudiantes.
La medida ha sido criticada por expertos en migración, quienes consideran que la revisión exhaustiva de redes sociales podría violar derechos de privacidad. Algunos advierten que el proceso podría ser arbitrario, ya que no hay claridad sobre los criterios para determinar qué contenido es considerado “problemático”.
Casos como el de Rümeysa Öztürk, una estudiante turca de doctorado en la Universidad de Tufts, han avivado el debate. Öztürk fue arrestada tras publicar un artículo crítico sobre las protestas propalestinas en campus universitarios, lo que las autoridades interpretaron como apoyo a grupos considerados terroristas. Su caso, junto con otros, ha generado temor entre estudiantes internacionales.
Países como China, India y Brasil, principales emisores de estudiantes a Estados Unidos, han expresado preocupación por lo que consideran una política discriminatoria. La comunidad académica teme que esta medida desincentive a futuros estudiantes y afecte la reputación de las universidades estadounidenses como destinos educativos.
La administración Trump justifica estas acciones como una respuesta a supuestas amenazas a la seguridad nacional. Sin embargo, la falta de transparencia en los criterios de evaluación y la posible interrupción de los procesos de visa han generado incertidumbre en los campus y entre los solicitantes internacionales.
Mientras tanto, las embajadas y consulados esperan nuevas directrices para reanudar las entrevistas. Hasta entonces, miles de estudiantes enfrentan un futuro incierto, con el riesgo de que sus planes académicos se vean truncados por esta nueva política migratoria.
La revisión de redes sociales, que podría incluir el análisis de años de publicaciones, plantea preguntas sobre la libertad de expresión y el derecho a la privacidad. La comunidad internacional observa con atención cómo evolucionará esta medida y sus implicaciones para la educación superior en Estados Unidos.

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Trump detiene entrevistas para visas de estudiantes y planea revisar sus redes sociales
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