Una nueva denuncia ciudadana pone en evidencia el pésimo estado del transporte público en Chihuahua. Una unidad del Bowi, el sistema de transporte rápido de la ciudad, fue captada circulando en condiciones lamentables, con puertas descompuestas y asientos deteriorados, según reportes de usuarios indignados.
El incidente ocurrió en una de las rutas troncales de la ciudad, donde pasajeros grabaron el estado deplorable del autobús. Las imágenes muestran asientos rotos, ventanas sucias y una puerta que no cierra correctamente, representando un riesgo para la seguridad de los usuarios.
Este no es un caso aislado. En los últimos años, el sistema Bowi ha enfrentado críticas constantes por la falta de mantenimiento de sus unidades. Los ciudadanos señalan que, a pesar de las promesas de mejora, las autoridades locales no han tomado medidas efectivas para garantizar un servicio digno.
Los usuarios del transporte público en Chihuahua han expresado su frustración. Muchos dependen del Bowi para sus traslados diarios, pero aseguran que las condiciones de las unidades dificultan viajar con comodidad y seguridad. Algunos incluso han reportado incidentes previos, como puertas abiertas durante el trayecto.
La falta de mantenimiento no solo afecta la experiencia de los pasajeros, sino que también pone en riesgo su integridad. En 2023, un accidente en la avenida Ocampo dejó una mujer herida tras caer de una unidad con la puerta abierta, un problema que parece no haber sido resuelto.
Las autoridades municipales, responsables de la supervisión del Bowi, han sido señaladas por su aparente indiferencia ante estas problemáticas. Aunque se han anunciado planes para modernizar el sistema, los avances son prácticamente nulos, según los usuarios.
La ciudadanía exige una respuesta clara y soluciones concretas. Los reportes de unidades en mal estado se acumulan, pero las acciones para mejorar el servicio brillan por su ausencia. Los pasajeros se preguntan hasta cuándo tendrán que soportar un transporte público que no cumple con los estándares mínimos.
Este nuevo caso pone en el centro del debate la gestión del transporte público en Chihuahua. Mientras las autoridades no actúen, los usuarios seguirán enfrentando las consecuencias de un sistema que parece estar en abandono.
La situación del Bowi es un reflejo de los retos que enfrenta la movilidad urbana en la ciudad. Sin una inversión seria y un compromiso real, el transporte público seguirá siendo un dolor de cabeza para miles de chihuahuenses.
Los habitantes de la ciudad merecen un sistema de transporte eficiente, seguro y digno. La pregunta es si las autoridades estarán dispuestas a escuchar las demandas y tomar las medidas necesarias para cambiar esta realidad.