Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

Más asaltos en la carretera Aldama-Ojinaga: ¡La inseguridad no da tregua!

La carretera Aldama-Ojinaga en Chihuahua se ha convertido en un verdadero peligro para los viajeros. En las últimas semanas, se han reportado múltiples asaltos a automovilistas y transportistas, quienes son sorprendidos por delincuentes que operan con total impunidad. Los robos, muchos de ellos a mano armada, han generado temor entre quienes transitan esta vía, una de las más importantes de la región.
Los asaltantes suelen instalar falsos retenes, haciéndose pasar por autoridades para detener a los conductores. Una vez que los vehículos se detienen, los delincuentes aprovechan para despojar a las víctimas de dinero, pertenencias y, en algunos casos, hasta los propios automóviles. Los reportes indican que estos actos ocurren tanto de día como de noche, sin que haya un patrón claro.
La situación ha escalado a tal grado que los viajeros evitan circular por esta carretera, especialmente en horarios nocturnos. Quienes no tienen más opción que transitarla, como transportistas o residentes de comunidades cercanas, lo hacen con miedo constante. Las autoridades locales han sido señaladas por su incapacidad para frenar esta ola de inseguridad.
A pesar de los operativos anunciados por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, los resultados son prácticamente nulos. Los delincuentes parecen actuar sin temor, aprovechando la falta de vigilancia efectiva en la zona. Los reportes de asaltos se acumulan, pero las detenciones o avances en las investigaciones son escasos.
Los testimonios de las víctimas son desgarradores. Conductores han narrado cómo los asaltantes, armados y con rostros cubiertos, los amenazan para entregar sus pertenencias. En algunos casos, las víctimas han sufrido agresiones físicas, lo que eleva aún más la percepción de peligro en esta carretera.
La carretera Aldama-Ojinaga no es un caso aislado. Otras vías en Chihuahua, como las que conectan Ciudad Juárez con Villa Ahumada, también han sido señaladas como zonas de alto riesgo. La presencia de grupos criminales que controlan tramos carreteros agrava la situación, dejando a los viajeros a merced de la delincuencia.
La ciudadanía exige respuestas concretas. Los operativos de seguridad, aunque publicitados, no han logrado disuadir a los delincuentes. La falta de coordinación entre autoridades estatales y federales es evidente, y los habitantes de la región se sienten abandonados ante el aumento de la violencia.
Este panorama de inseguridad no solo afecta a los viajeros, sino también a la economía local. Transportistas han reducido sus rutas por temor a los asaltos, lo que impacta el comercio y el abasto de productos en la zona. La carretera, que debería ser un motor de desarrollo, se ha convertido en un símbolo de miedo.
La situación en Aldama-Ojinaga es un reflejo de la crisis de seguridad que vive Chihuahua. Mientras las autoridades no implementen estrategias efectivas, los ciudadanos seguirán siendo víctimas de una delincuencia que parece no tener freno. La pregunta que todos se hacen es: ¿hasta cuándo se tomarán medidas reales para garantizar la seguridad en las carreteras?

Compartir:

Noticias Relacionadas