El gobierno federal ha destinado 36 mil millones de pesos para un aumento salarial del 9% a los maestros, justo a días de la elección judicial del 1 de junio. Este anuncio, presentado como un reconocimiento al magisterio, ha levantado sospechas sobre las verdaderas intenciones detrás de esta millonaria inversión.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), con 2.5 millones de afiliados, ha recibido instrucciones claras sobre cómo votar en la próxima elección de jueces y magistrados. Aunque el líder del SNTE, Alfonso Cepeda, insiste en que no hay un voto corporativo, reconoció que se han impartido “conferencias” para orientar a los docentes.
Fuentes legislativas señalan que Morena ha asegurado el apoyo de miles de maestros para engrosar sus filas. A pesar de que la ley prohíbe la afiliación corporativa, el partido en el poder ha distribuido más de 6 mil tabletas digitales para facilitar la afiliación de docentes y sus familias.
Cepeda, también senador de Morena, ha prometido sumar al menos 5 millones de simpatizantes al partido, incluyendo no solo a maestros, sino también a sus amigos y familiares. Esta estrategia ha generado críticas por su aparente intento de manipular el voto en la elección judicial.
Por su parte, Raúl Morón, líder de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y senador morenista, ha promovido activamente la elección en Michoacán. Aunque asegura que los maestros tienen libertad para decidir, sus acciones sugieren una movilización organizada a favor de Morena.
El aumento salarial, retroactivo a enero, fue anunciado por la presidenta Claudia Sheinbaum en el marco del Día del Maestro. Sin embargo, el timing de esta decisión ha sido cuestionado, ya que coincide con la campaña para la elección judicial, un proceso clave para el gobierno actual.
Críticos señalan que este movimiento busca garantizar el control del poder judicial, utilizando al magisterio como una herramienta electoral. La sup