La Fiscalía General de la República ha puesto la mira en Gerardo Novelo Osuna, exsenador de Morena, por su supuesta vinculación con actividades de huachicol en Baja California. La investigación apunta a un caso que destapa posibles redes de corrupción dentro del partido gobernante, levantando sospechas sobre la transparencia de sus figuras políticas.
El pasado 25 de abril, elementos de la Agencia de Investigación Criminal acudieron al domicilio de Novelo en Tijuana, tras su inasistencia a una cita previa en la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada. La FGR lo requería para un interrogatorio, pero el exlegislador no se presentó, alegando falta de claridad sobre su estatus en la investigación.
Novelo, quien fue senador suplente de Jaime Bonilla, exgobernador de Baja California, ha sido ligado a un predio en El Sauzal, Ensenada, donde se decomisaron casi 8 millones de litros de combustible robado. Este hallazgo, considerado uno de los más grandes en su tipo, ha puesto en el ojo del huracán al político morenista.
El exsenador ha intentado deslindarse de las acusaciones, asegurando que el predio fue arrendado a un tercero, Luis Francisco Rodríguez, alias “Gussy”. Sin embargo, su publicación en redes sociales donde explicaba esta situación fue eliminada poco después, lo que ha generado más dudas sobre su versión.
La carpeta de investigación, identificada como FED/FEMDO/FEIDMHDARV-BC/0000325/2025, está a cargo de la Fiscalía Especial de Investigación de Delitos en Materia de Hidrocarburos. Este caso no solo señala a Novelo, sino que también menciona a figuras cercanas al gobierno de Baja California, lo que intensifica las críticas hacia Morena.
Ante la presión, Novelo tramitó un amparo para evitar cualquier orden de aprehensión en su contra. Una juez federal en Ensenada le otorgó una suspensión provisional, lo que le ha permitido, por ahora, evitar ser detenido mientras la investigación continúa su curso.
El operativo que destapó el caso fue liderado por Pemex, en colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional. Las autoridades localizaron el predio a tan solo 1.2 kilómetros del poliducto Rosarito-Ensenada, lo que sugiere una operación bien planeada para el robo de combustible.
Este escándalo pone en evidencia las presuntas conexiones entre figuras políticas de Morena y actividades ilícitas, alimentando el debate sobre la integridad de quienes han ocupado cargos públicos bajo la bandera del partido. La investigación sigue abierta, y la opinión pública espera respuestas claras.
La FGR ha intensificado sus esfuerzos contra el huachicol, pero casos como este generan cuestionamientos sobre la efectividad de las autoridades para combatir la corrupción al interior de las estructuras políticas. Mientras tanto, Novelo permanece en el centro de la controversia.
El caso de Novelo Osuna no es aislado, ya que otros señalamientos contra figuras de Morena han surgido en los últimos meses, relacionados con el llamado “huachicol fiscal”. Este nuevo capítulo en Baja California mantiene la atención sobre el manejo de los recursos y la transparencia en el partido gobernante.