El fútbol argentino está de luto tras la muerte de Juan Ramón Verón, conocido como La Bruja, a los 81 años. El exfutbolista, ícono de Estudiantes de La Plata, falleció este martes en el Instituto Médico Platense debido a complicaciones renales y un deterioro progresivo de su salud. Su legado en el deporte es imborrable, marcado por una carrera llena de éxitos y un impacto profundo en el club que lo vio brillar.
Nacido el 17 de marzo de 1944 en La Plata, Verón fue una pieza clave en la época dorada de Estudiantes durante los años 60. Bajo la dirección de Osvaldo Zubeldía, formó parte del equipo que conquistó el Torneo Metropolitano de 1967 y tres Copas Libertadores consecutivas en 1968, 1969 y 1970. Su talento y visión en la cancha lo convirtieron en un símbolo del club y del fútbol sudamericano.
Uno de los momentos más recordados de su carrera fue el gol que anotó en Old Trafford en 1968. En la final de la Copa Intercontinental contra el Manchester United, Verón marcó el tanto que aseguró el empate 1-1 en la vuelta, dándole a Estudiantes el título mundial. Este hito sigue siendo una de las mayores glorias en la historia del club.
Además de su paso por Estudiantes, Verón dejó su huella en el fútbol internacional. Jugó en el Panathinaikos de Grecia entre 1972 y 1975, y en Colombia, donde destacó con el Junior de Barranquilla, logrando el título de 1977 como jugador y entrenador. También vistió la camiseta del Cúcuta Deportivo, consolidando su influencia en el fútbol sudamericano.
La Bruja no solo fue un futbolista excepcional, sino también un formador y un referente humano. Su compromiso, humildad y conexión con Estudiantes inspiraron a generaciones de hinchas y jugadores. Su legado trasciende las canchas, siendo un ejemplo de dedicación y pasión por el deporte.
El impacto de Verón en el fútbol fue reconocido por la Conmebol, que lamentó su fallecimiento destacando sus tres títulos de Libertadores. El Junior de Barranquilla también lo despidió, recordándolo como una leyenda que dejó una marca imborrable en el club. Su influencia se extendió más allá de Argentina, tocando corazones en toda Sudamérica.
Su salud había sido delicada en las últimas semanas. A principios de mayo, Verón estuvo internado por un cuadro de deshidratación e insuficiencia renal, agravado por tener un solo riñón. Aunque logró estabilizarse y fue dado de alta, su condición se deterioró nuevamente, llevándolo a una descompensación fatal en su hogar.
Juan Ramón Verón era el padre de Juan Sebastián Verón, conocido como La Brujita, actual presidente de Estudiantes y otra leyenda del club. Juntos, padre e hijo forjaron una dinastía única en la historia del fútbol argentino, marcada por títulos y una devoción inquebrantable por el Pincha.
El club Estudiantes expresó su profundo dolor por la pérdida, destacando a Verón como un emblema de su identidad. Su familia, incluyendo a Juan Sebastián, estuvo a su lado en sus últimos momentos, acompañados por el cariño de los hinchas y la comunidad futbolística.
La Bruja Verón será recordada como un ídolo eterno, cuyo talento y carisma dejaron una huella imborrable. Su historia, llena de goles históricos y momentos de gloria, vivirá por siempre en la memoria de los amantes del fútbol.

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Fallece Juan Ramón Verón, leyenda del fútbol argentino y padre de la Brujita
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