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Estados Unidos mantiene cerrada la frontera al ganado mexicano por la plaga del gusano barrenador

La Secretaría de Agricultura de Estados Unidos anunció que mantendrá la suspensión de importaciones de ganado mexicano, una medida que golpea duramente al sector ganadero de México. La decisión, vigente desde noviembre de 2024, responde a la rápida propagación del gusano barrenador, una plaga que amenaza la salud animal y la economía de ambos países.
El gusano barrenador, causado por la mosca Cochliomyia hominivorax, ha sido detectado en regiones como Oaxaca y Veracruz, a unos 1,125 kilómetros de la frontera con Estados Unidos. Esta plaga, que afecta a animales de sangre caliente como vacas, caballos y bisontes, se introduce en heridas abiertas y devora tejido vivo, causando graves daños e incluso la muerte.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha calificado la medida como injusta, argumentando que México ha implementado acciones desde el primer reporte de la plaga. Sin embargo, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, encabezada por Julio Berdegué, no ha logrado convencer a las autoridades estadounidenses de levantar la restricción, que se revisará cada mes hasta que se contenga el brote.
El impacto económico es severo. México exportó 1.3 millones de cabezas de ganado a Estados Unidos en el ciclo 2023-2024, un comercio que genera más de mil millones de dólares al año. La suspensión, según el Consejo Nacional Agropecuario, podría causar pérdidas diarias de hasta 11.4 millones de dólares, afectando principalmente a productores de Sonora y Chihuahua.
La Secretaría de Agricultura de Estados Unidos, liderada por Brooke Rollins, insiste en que la medida no es política, sino una cuestión de seguridad alimentaria. Rollins ha señalado que la plaga, que tardó 30 años en erradicarse en el pasado, representa un riesgo crítico para la industria ganadera estadounidense.
México ha intensificado sus esfuerzos, dispersando más de 800 millones de moscas estériles desde junio de 2024 para frenar la reproducción del gusano. Sin embargo, la negativa inicial del gobierno mexicano a permitir operaciones aéreas de fumigación propuestas por Estados Unidos generó tensiones bilaterales, complicando la cooperación.
El gobierno de Sheinbaum ha destacado que el gusano barrenador llega a México desde Centroamérica, donde países como Panamá, Costa Rica y Guatemala han reportado miles de casos. A pesar de los controles sanitarios en la frontera sur, como inspecciones y desparasitantes, la plaga ha avanzado, afectando la confianza de Estados Unidos en las medidas mexicanas.
La situación ha desatado críticas hacia la Secretaría de Agricultura por su manejo de la crisis. Productores mexicanos exigen un nuevo protocolo de importación y mayor inversión en vigilancia sanitaria. Mientras tanto, la incertidumbre persiste sobre cuándo se reabrirá la frontera para el ganado mexicano.
Esta crisis sanitaria reabre heridas en la relación comercial entre México y Estados Unidos, en un momento en que ambos países enfrentan presiones económicas. La falta de avances concretos en la erradicación del gusano barrenador podría prolongar las restricciones, agravando las pérdidas para los ganaderos mexicanos.

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