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Chihuahua enfrenta crisis ganadera: Frontera cerrada y pérdidas millonarias

La industria ganadera de Chihuahua está en jaque. A pesar de los esfuerzos por mantener altos estándares de sanidad, la frontera con Estados Unidos permanece cerrada para la exportación de ganado. El motivo: la presencia del gusano barrenador, una plaga que ha desatado una crisis económica en el sector. Las pérdidas ya ascienden a millones de dólares, y los productores locales exigen soluciones urgentes.
Álvaro Bustillos Fuentes, presidente de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua, ha alzado la voz. Señaló que el estado ha cumplido con todos los protocolos sanitarios, incluyendo inspecciones rigurosas y la aplicación de Ivermectina. Sin embargo, las autoridades estadounidenses mantienen la prohibición, afectando a miles de familias que dependen de esta actividad.
El cierre de la frontera no es un problema nuevo. Hace semanas, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos impuso la restricción debido a brotes de gusano barrenador en el sur de México. Chihuahua, aunque libre de la plaga, paga las consecuencias de lo que los ganaderos consideran una medida injusta.
Bustillos Fuentes ha sido claro: el ganado del norte del país está limpio. Las inspecciones del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria y del Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas lo confirman. Aun así, la falta de avances en las negociaciones bilaterales agrava la situación.
El impacto económico es devastador. En solo 15 días, Chihuahua ha perdido cerca de 9 millones de dólares en exportaciones. Este golpe afecta no solo a los grandes productores, sino también a las familias que viven de la ganadería en la región.
Los ganaderos han pedido una prórroga para comercializar su ganado. Consideran que cerrar la frontera sur de México a los movimientos de ganado sería una solución más efectiva para controlar la plaga. Sin embargo, las autoridades mexicanas no han tomado medidas contundentes.
Se espera una reunión entre los secretarios de Agricultura de México y Estados Unidos en los próximos días. Los productores confían en que este encuentro desbloquee la frontera y reactive el comercio. Mientras tanto, la incertidumbre reina en el sector.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha expresado optimismo sobre las negociaciones. Sin embargo, los ganaderos critican la lentitud del gobierno federal para resolver el problema. La falta de acción concreta pone en riesgo el patrimonio de miles de familias.
Chihuahua ha invertido años en mantener su estatus sanitario. Los cinturones sanitarios, diseñados para mejorar la trazabilidad y prevenir enfermedades, son un ejemplo de su compromiso. Pero estas medidas parecen no ser suficientes para convencer a las autoridades estadounidenses.
La crisis ganadera no solo es un problema económico, sino también social. Miles de empleos están en riesgo, y la presión aumenta para que el gobierno actúe con rapidez y eficacia. La pelota está en el tejado de las autoridades, pero el tiempo se agota.

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