En un nuevo golpe a la seguridad en Chihuahua, una estructura de la plataforma Centinela fue derribada y quemada en el municipio de Madera. El ataque ocurrió el domingo 25 de mayo en el camino entre el ejido El Largo Maderal y ciudad Madera, marcando el tercer incidente de este tipo en el municipio en los últimos días.
La Secretaría de Seguridad Pública Estatal confirmó que el poste de videovigilancia, ubicado en el kilómetro 43 del tramo carretero, fue intencionalmente destruido. Durante un recorrido de vigilancia, elementos de las Bases de Operaciones Interinstitucionales encontraron el poste derribado, con cables y cámaras quemados.
Este no es un caso aislado. En lo que va del año, la plataforma Centinela ha sufrido seis ataques en Madera, además de otros en Cuauhtémoc, Buenaventura y López. En total, desde 2023, se han registrado 11 agresiones contra esta infraestructura destinada a combatir el crimen.
El vocero de la Secretaría, Jorge Armendáriz, informó que se desplegó un operativo inmediato para dar con los responsables, pero hasta ahora no han sido localizados. La impotencia parece apoderarse de las autoridades, mientras los grupos criminales actúan con total descaro.
La plataforma Centinela, diseñada para monitorear y prevenir actividades delictivas, se ha convertido en blanco recurrente de los grupos criminales. Estos ataques no solo representan una afrenta directa al gobierno estatal, sino que evidencian la fragilidad de las estrategias de seguridad en la región.
En Madera, la situación es particularmente alarmante. Los ataques recientes, incluido uno a un arco Centinela recién instalado, muestran la audacia de los delincuentes, quienes incluso cortan el suministro eléctrico para desactivar los sistemas de vigilancia antes de destruirlos.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, con operativos conjuntos que incluyen a la Agencia Estatal de Investigación, la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional, los resultados son escasos. La violencia en la sierra de Chihuahua no da tregua, y los ciudadanos se preguntan cuánto más tendrán que soportar.
El gobierno estatal insiste en continuar con la instalación de la plataforma Centinela, pero los constantes ataques plantean serias dudas sobre su efectividad. Mientras tanto, la inseguridad sigue siendo una sombra que cubre a Madera y otros municipios de la entidad.
La ciudadanía exige respuestas y acciones concretas. La destrucción de infraestructura diseñada para protegerlos no solo es un atentado contra el patrimonio público, sino una señal clara de que los criminales operan con una impunidad que las autoridades no logran frenar.
La situación en Chihuahua refleja un problema mayor: la incapacidad de garantizar la seguridad en regiones donde el crimen organizado parece tener el control. Los habitantes de Madera merecen vivir sin temor, pero los hechos muestran que ese objetivo está lejos de alcanzarse.