La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, anunció que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) presentó datos positivos al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). En una reunión técnica en Washington, el titular de SADER compartió información sobre los estados del norte, buscando fortalecer la confianza en las medidas sanitarias de la región.
El encuentro, que tuvo lugar el jueves y viernes pasados, fue con Brooke Rolling, representante del USDA. Según Campos Galván, los resultados entregados reflejan el cumplimiento de estándares sanitarios en los estados del norte, un punto clave para mantener las relaciones comerciales con Estados Unidos, especialmente en el sector agrícola y ganadero.
Sin embargo, el USDA no dio un veredicto inmediato. La titular del organismo estadounidense pidió tiempo para revisar los datos presentados. Esto genera incertidumbre sobre si los resultados serán suficientes para consolidar la confianza de Estados Unidos en las prácticas agrícolas del norte de México.
Maru Campos destacó que Chihuahua y otros estados del norte han trabajado en reforzar las medidas sanitarias. Según la gobernadora, este esfuerzo busca garantizar que los productos agrícolas y ganaderos cumplan con los estándares internacionales, un aspecto crucial para las exportaciones a mercados exigentes como el estadounidense.
A pesar del optimismo de Campos, la falta de una respuesta inmediata del USDA deja preguntas abiertas. La revisión de los datos podría tomar tiempo, y cualquier fallo en las verificaciones podría afectar la percepción de los productos mexicanos en el mercado internacional.
La reunión también abordó temas sensibles, como el cierre de la frontera para el ganado mexicano. Según información reciente, la Unión Ganadera Regional de Chihuahua espera que las negociaciones entre ambos países avancen pronto para reabrir el comercio, un tema vital para la economía de la región.
Este diálogo entre SADER y USDA se da en un contexto de tensiones comerciales. Las recientes políticas de Estados Unidos, incluyendo posibles aranceles y restricciones, han puesto presión sobre México para demostrar la calidad y seguridad de sus productos agrícolas.
Para Chihuahua, los resultados de esta reunión podrían ser un paso hacia adelante, pero el panorama sigue siendo incierto. La gobernadora insistió en que el estado continuará fortaleciendo sus medidas sanitarias, pero la falta de claridad del USDA mantiene la expectativa en el aire.
El impacto de estas negociaciones no solo afecta a los productores locales, sino también a la economía de los estados del norte. La apertura de mercados y la confianza internacional son esenciales para el crecimiento económico de la región.
Por ahora, Maru Campos proyecta confianza, pero los próximos pasos del USDA serán clave para determinar si los esfuerzos de SADER realmente darán frutos o si quedarán como un intento más en la larga lista de promesas políticas.