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Diputados de Nuevo León defienden los operativos antialcohol, pero ¿realmente funcionan?

En Nuevo León, los operativos antialcohol siguen siendo un tema candente. Diputados locales de diversos partidos han expresado su respaldo a estas medidas, asegurando que son esenciales para reducir accidentes viales durante las fiestas decembrinas. La discusión en el Congreso estatal ha girado en torno a su efectividad, con legisladores destacando que los filtros han logrado disminuir percances relacionados con el consumo de alcohol.
El municipio de San Nicolás, encabezado por el alcalde Daniel Carrillo, es uno de los principales defensores de estas acciones. Según el edil, las estadísticas demuestran que los operativos han salvado vidas, especialmente en épocas de alta convivencia social. Carrillo insiste en que no se trata de medidas recaudatorias, sino de prevención para evitar tragedias en las carreteras.
Otros municipios metropolitanos, como Monterrey, Guadalupe, Santa Catarina y San Pedro, también han reforzado sus operativos. Las multas por conducir en estado de ebriedad pueden alcanzar hasta los 65 mil pesos, dependiendo del grado de alcohol detectado y de si hay reincidencia. En algunos casos, los conductores enfrentan arrestos de hasta 36 horas y la suspensión de sus licencias.
Sin embargo, no todos los municipios están de acuerdo con los retenes fijos. En Apodaca y Escobedo, por ejemplo, las autoridades han optado por patrullajes aleatorios para detectar conductores ebrios. Esta decisión ha generado debate, ya que algunos consideran que los operativos fijos son más efectivos para disuadir a los automovilistas.
Un punto crítico en la discusión es el uso de redes sociales para alertar sobre la ubicación de los operativos. Activistas y autoridades han señalado que estos “pitazos” en plataformas como WhatsApp y Facebook son peligrosos, ya que permiten a conductores ebrios evadir los filtros, aumentando el riesgo de accidentes. En el Congreso, incluso se ha propuesto legislar para frenar esta práctica.
A pesar del respaldo generalizado, algunos legisladores han pedido un enfoque metropolitano más homogéneo. Jesús Elizondo, de Morena, sugirió que los alcaldes deben coordinarse para establecer criterios uniformes en los operativos. La idea es evitar que las sanciones varíen drásticamente entre municipios, lo que podría generar confusión entre los ciudadanos.
Las cifras de diciembre de 2024 muestran la magnitud del problema: en solo cuatro municipios se aplicaron 686 multas por conducir bajo los efectos del alcohol. Monterrey encabezó la lista con 334 infracciones, seguido de San Nicolás con 258. Estas cifras reflejan la necesidad de mantener la vigilancia, pero también levantan preguntas sobre si las multas son suficientes para cambiar los hábitos de los conductores.
El debate no termina ahí. Mientras algunos aplauden los operativos por su impacto en la seguridad vial, otros critican que generan molestias, como congestionamientos, y cuestionan si realmente abordan el problema de fondo. La educación vial y la conciencia ciudadana, según expertos, deberían complementarse con estas medidas para lograr un cambio real.
En este contexto, los diputados locales insisten en que los operativos no deben relajarse. La temporada navideña, con sus posadas y festejos, es un momento crítico para prevenir tragedias. La Secretaría de Salud estatal ha recordado que los accidentes automovilísticos son la principal causa de muerte entre jóvenes en Nuevo León, un dato que refuerza la urgencia de estas acciones.
La discusión sobre los operativos antialcohol continuará en el Congreso, con propuestas para mejorar su implementación y eficacia. Mientras tanto, las autoridades municipales mantienen su compromiso de vigilar las carreteras, con la esperanza de que estas medidas salven vidas durante las fiestas decembrinas.

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