En un nuevo capítulo de descontento en el sector educativo, más de 200 planteles escolares en Chihuahua han suspendido clases debido a un paro magisterial que mantiene en vilo a miles de estudiantes. La Secretaría de Educación y Deporte del estado confirmó que 214 escuelas, principalmente del subsistema federal, cerraron sus puertas, afectando a cerca de 5,000 alumnos.
El paro, liderado por la Red de Defensa Magisterial, responde a una huelga nacional que exige la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007. Los docentes, organizados en este movimiento disidente, han intensificado sus protestas, llegando incluso a bloquear el acceso a oficinas federales como el Servicio de Administración Tributaria en la capital del estado.
La Secretaría de Educación reportó que las escuelas afectadas representan el 4.8% del total de planteles en Chihuahua. Sin embargo, el impacto se siente con fuerza en las comunidades educativas, donde miles de estudiantes se han quedado sin clases por varios días consecutivos.
Los maestros en paro argumentan que la Ley del ISSSTE de 2007 perjudica sus derechos laborales, especialmente en materia de jubilaciones dignas. A través de redes sociales, líderes del movimiento han expresado su frustración, señalando que las autoridades federales no han dado respuestas claras a sus demandas.
En Chihuahua, las protestas han incluido plantones, marchas y acciones de concientización en distintos puntos del estado. En la capital, los docentes han llevado a cabo volanteos y actividades para involucrar a padres de familia, buscando generar mayor presión sobre las autoridades.
La Secretaría de Educación y Deporte ha indicado que las evaluaciones programadas en las escuelas afectadas serán reprogramadas, pero no ha establecido una fecha clara para el regreso a clases. Mientras tanto, los planteles permanecen cerrados, y las actividades educativas se han visto interrumpidas.
El movimiento magisterial no solo se limita a Chihuahua. En estados como Baja California Sur, Chiapas, Ciudad de México y Guerrero, también se han reportado cierres de escuelas por las mismas razones, lo que evidencia la magnitud de la inconformidad a nivel nacional.
Padres de familia han expresado su preocupación por la falta de clases, ya que muchos estudiantes están perdiendo días clave de aprendizaje. Algunos han pedido a las autoridades educativas que busquen una solución inmediata para evitar más afectaciones.
Por su parte, las autoridades estatales han mantenido un discurso de diálogo, pero hasta el momento no han logrado frenar las protestas. La tensión entre los docentes y el gobierno sigue creciendo, dejando en incertidumbre el futuro inmediato de la educación en Chihuahua.
Este paro magisterial refleja un problema estructural en el sistema educativo mexicano, donde las demandas laborales de los docentes chocan con las políticas federales, afectando directamente a los estudiantes y sus familias.