Un preocupante 72% de los trabajadores mexicanos ha experimentado burnout en el último año, según un reciente informe. Este síndrome, caracterizado por el agotamiento físico y mental, se ha convertido en un desafío creciente en el entorno laboral del país.
El estudio, realizado por Buk, una plataforma de gestión de capital humano, revela que el 16% de los empleados enfrenta este problema de manera ocasional, mientras que un alarmante 12% lo vive con frecuencia. México no está solo en esta crisis, pero los números son especialmente altos en comparación con países como Chile, Colombia y Perú.
La insatisfacción con las jornadas laborales es un factor clave. Quienes reportan descontento con sus horarios de trabajo tienen un 25% más de probabilidades de sufrir burnout frecuente. Este dato pone en evidencia cómo las condiciones laborales impactan directamente la salud mental.
Los más afectados son los jóvenes de la Generación Z, las mujeres, especialmente aquellas con hijos, y grupos como las personas neurodivergentes o de la comunidad LGBTQ+. Estas poblaciones enfrentan presiones adicionales, como el esfuerzo constante por encajar en entornos laborales poco inclusivos.
El fenómeno no solo afecta a los trabajadores, sino también a las empresas. El burnout reduce la productividad: solo el 72% de quienes lo padecen logran cumplir sus tareas de manera efectiva, en contraste con el 82% de aquellos con bajos niveles de agotamiento.
Factores como la sobrecarga laboral, horarios extensos y la falta de equilibrio entre la vida personal y profesional son los principales detonantes. En México, la cultura de trabajar largas horas sin descanso adecuado agrava el problema.
El estudio también señala que el “esfuerzo de ocultamiento”, donde las personas esconden aspectos de su identidad para adaptarse, incrementa el estrés. Esto es particularmente notorio en minorías que enfrentan entornos laborales poco acogedores.
A pesar de los esfuerzos de algunas empresas por implementar estrategias de bienestar, el problema persiste. Iniciativas como descansos breves o programas de meditación han mostrado resultados positivos, pero aún son insuficientes para revertir la tendencia.
El impacto del burnout va más allá del ámbito laboral. Puede derivar en problemas de salud física, como dolores de cabeza o hipertensión, y en trastornos emocionales como ansiedad y depresión, afectando la calidad de vida de los trabajadores.
Es crucial que tanto empresas como trabajadores tomen medidas para combatir este síndrome. Promover entornos más saludables y flexibles podría ser el primer paso hacia un cambio positivo en el panorama laboral mexicano.

Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.
Burnout golpea a México: 72% de los trabajadores lo han sufrido en el último año
Compartir: