En un hecho sin precedentes, pescadores de la comunidad de Nuevo Torno Largo, en el municipio de Paraíso, Tabasco, capturaron un mero de casi 300 kilos en aguas profundas del Golfo de México. La hazaña ocurrió el pasado sábado, tras una expedición que llevó a los pescadores a alejarse 200 millas de la costa en busca de aguas más limpias, luego de un reciente derrame de hidrocarburos en la zona.
El grupo, liderado por Ubaldo González, junto a Julio César Hernández, Alfredo Martínez y Edilberto González, se adentró en alta mar debido a las afectaciones causadas por un derrame de Petróleos Mexicanos (Pemex) reportado el 5 de mayo. Este incidente contaminó 17 kilómetros de litoral, impactando la actividad pesquera y obligando a los pescadores a explorar nuevas zonas para continuar con su labor.
La captura del mero, conocido localmente como cherna, ha sido celebrada como un símbolo de resiliencia en la región. Este pez, de la especie Epinephelus itajara, puede alcanzar más de 2 metros de longitud y pesar hasta 400 kilos, aunque capturas de este tamaño son cada vez más raras en el Golfo de México. Las imágenes del colosal ejemplar y los rostros orgullosos de los pescadores se volvieron virales en redes sociales en cuestión de horas.
Sin embargo, la alegría de los pescadores se ha visto opacada por un problema inesperado. El mero gigante es una especie protegida en México, con una veda que prohíbe su captura entre el 1 de febrero y el 31 de marzo en estados como Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Aunque la captura ocurrió fuera de este periodo, los pescadores podrían enfrentar sanciones legales, lo que pone en evidencia las tensiones entre la subsistencia y las regulaciones ambientales.
El derrame de Pemex, originado por dos fugas en un ducto que transporta aceite desde la plataforma Akal-C hasta la Terminal Marítima de Dos Bocas, ha generado una crisis económica y ambiental en la zona. Las corrientes marinas arrastraron el hidrocarburo hacia la costa, afectando la flora, la fauna y el corredor turístico de Paraíso, dejando a los pescadores sin opciones cercanas para trabajar.
A pesar de las adversidades, los pescadores de Nuevo Torno Largo demostraron su valentía al adentrarse en aguas profundas. Ubaldo González expresó que la captura fue una recompensa del mar tras arriesgarse en una zona desconocida. La cherna, valorada en la región a 130 pesos por kilo, representa no solo un logro económico, sino también un mensaje de esperanza para una comunidad golpeada por la contaminación.
Las autoridades locales han destacado esta captura como un ejemplo del esfuerzo y la dedicación de las comunidades pesqueras. Sin embargo, el incidente también pone el foco en los desafíos que enfrentan los pescadores, quienes deben lidiar con las consecuencias de desastres ambientales mientras buscan mantener su sustento.
Este suceso refleja el contraste entre la riqueza natural del Golfo de México y las dificultades que enfrentan quienes dependen de él. La captura del mero gigante, aunque impresionante, subraya la necesidad de equilibrar la conservación de especies protegidas con las necesidades de las comunidades costeras, en un contexto donde los derrames de hidrocarburos agravan la situación.
La comunidad de Nuevo Torno Largo espera que esta hazaña inspire acciones para proteger el medio ambiente y apoyar a los pescadores. Mientras tanto, las imágenes del imponente pez continúan circulando en redes, recordando el esfuerzo de quienes se enfrentan al mar cada día para llevar el sustento a sus hogares.
El futuro de la pesca en Tabasco sigue siendo incierto, pero la captura de este mero gigante ha puesto a Paraíso en el mapa, mostrando al mundo la fuerza y la determinación de sus pescadores.

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Pescadores logran captura histórica de un mero gigante en Tabasco
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