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Los reyes del Reino Unido desafían a Trump con una histórica visita a Canadá

El rey Carlos III y la reina Camila llegarán a Canadá este lunes para una visita oficial de dos días que busca reafirmar la soberanía del país frente a las polémicas declaraciones de Donald Trump. El presidente estadounidense ha insistido en anexionar Canadá, calificando su frontera como una línea “artificial” y generando preocupación en Ottawa.
Esta será la primera visita de los monarcas británicos a Canadá desde que asumieron el trono, un viaje cargado de simbolismo en un momento de tensión diplomática. Carlos III, como jefe de Estado de Canadá, pronunciará el Discurso del Trono en el Parlamento, un evento que marca la apertura de la nueva sesión legislativa y que solo ha ocurrido dos veces antes con un monarca británico.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, anunció la visita a principios de mayo, destacando su relevancia en un contexto donde la identidad nacional está en juego. Carney afirmó que el rey es un “defensor firme” de Canadá, subrayando la importancia de esta presencia real para contrarrestar las intenciones de Trump.
El académico Philippe Lagassé, experto en la monarquía británica, explicó que la presencia de Carlos III envía un mensaje claro: Canadá es un país con instituciones sólidas, arraigadas en una historia compartida con el Reino Unido, pero forjada por su propia identidad. “La existencia de Canadá ha sido cuestionada por Trump, y el rey personifica el Estado canadiense”, señaló Lagassé.
La visita ocurre en un momento delicado, ya que Trump ha intensificado su retórica, sugiriendo que Canadá podría convertirse en el “estado 51” de Estados Unidos. Estas declaraciones, que comenzaron como una aparente broma hacia el ex primer ministro Justin Trudeau, han evolucionado en una preocupación real para los canadienses, quienes ven amenazadas su soberanía y economía.
El Discurso del Trono, que Carlos III leerá el martes, es un acto simbólico pero poderoso. En él, el gobierno canadiense expondrá sus prioridades legislativas, reforzando su autonomía. Las únicas ocasiones previas en que un monarca británico pronunció este discurso fueron en 1957 y 1977, con la reina Isabel II, madre de Carlos III.
La salud del rey, de 76 años y en tratamiento por un cáncer diagnosticado en 2024, añade un matiz adicional a la visita. Funcionarios canadienses confirmaron que un médico local acompañará a la delegación real, ya que los doctores británicos no pueden atender pacientes en Canadá.
Por su parte, la gobernadora general de Canadá, Mary Simon, destacó que la visita real resalta la conexión duradera entre Canadá y la Corona. “Nuestra identidad está profundamente ligada a nuestra constitución, y este viaje lo pone de manifiesto”, afirmó Simon.
Mientras tanto, la retórica de Trump ha generado tensiones no solo en Canadá, sino también en la relación con el Reino Unido, que busca mantener su influencia en la Commonwealth. La visita de los reyes es vista como un movimiento estratégico para reforzar la unidad y la independencia canadiense.
Este gesto diplomático, cargado de historia y simbolismo, busca enviar un mensaje firme: Canadá no cederá ante presiones externas y defenderá su lugar como nación soberana en el escenario global.

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