Este domingo 25 de mayo, el Papa León XIV asumió oficialmente su rol como Obispo de Roma al tomar posesión de la Basílica de San Juan de Letrán, la catedral más antigua y madre de todas las iglesias del mundo. La ceremonia, cargada de simbolismo, marcó un momento clave en el inicio de su pontificado.
La jornada comenzó con un homenaje de la ciudad de Roma al nuevo Pontífice. En la Piazza dell’Ara Coeli, al pie del Campidoglio, el alcalde Roberto Gualtieri recibió al Papa con un gesto de cortesía, destacando la conexión entre la Santa Sede y la capital italiana. Miles de fieles se congregaron para acompañar este evento.
La Misa solemne en la Basílica de San Juan de Letrán se celebró a las 17:00 horas, hora de Roma. Durante la homilía, León XIV expresó su deseo de ser un pastor cercano, pidiendo a los romanos que lo acompañen en su misión con oraciones y apoyo. Sus palabras resonaron entre los asistentes, que lo recibieron con entusiasmo.
San Juan de Letrán, construida en el siglo IV bajo el emperador Constantino, es considerada la catedral de Roma y la sede episcopal del Papa. Su importancia radica en ser el primer templo cristiano de la ciudad, un lugar que ha resistido invasiones, incendios y el paso del tiempo.
Tras la ceremonia, el Papa se trasladó a la Basílica de Santa María la Mayor, donde rindió homenaje al icónico Salus Populi Romani, una imagen mariana venerada por siglos. Este acto resaltó la devoción mariana que caracteriza al nuevo pontificado.
León XIV, elegido el 8 de mayo tras el fallecimiento del Papa Francisco, ha cumplido con las tomas de posesión de las basílicas papales, un ritual que subraya su papel como líder espiritual de la Iglesia universal. El martes 20 de mayo, ya había visitado la Basílica de San Pablo Extramuros, donde oró ante la tumba del apóstol.
En su mensaje, el Papa destacó la misión de Roma como heredera de una gran historia de fe, recordando a los apóstoles Pedro y Pablo. También hizo eco de las palabras de su predecesor, Francisco, al hablar de la Iglesia como una madre que escucha y acompaña a sus fieles.
La ceremonia en San Juan de Letrán estuvo abierta a los fieles de la diócesis de Roma, así como a representantes de parroquias y movimientos religiosos. La presencia de autoridades civiles añadió un toque de solemnidad al evento, reforzando los lazos entre la ciudad y el Vaticano.
El nuevo Papa, quien ha elegido el nombre de León XIV en referencia a la justicia y las cuestiones sociales, se mostró conmovido por el cariño de los romanos. En su primer Regina Caeli, agradeció el apoyo y pidió oraciones para su ministerio.
Con este acto, León XIV consolida su liderazgo en la Iglesia, asumiendo plenamente su rol como Obispo de Roma y pastor universal, en un pontificado que promete enfocarse en la cercanía con los fieles y la renovación espiritual.