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El Papa León XIV asume el liderazgo de la Iglesia Católica en una histórica ceremonia en el Vaticano

El domingo 25 de mayo de 2025, el Papa León XIV, el primer pontífice estadounidense y peruano en la historia, consolidó su liderazgo al frente de la Iglesia Católica con una solemne misa en la Plaza de San Pedro. Miles de fieles, líderes mundiales y figuras de la realeza europea se congregaron en Roma para presenciar este momento histórico, marcado por una ceremonia llena de simbolismo y tradición.
Robert Francis Prevost, de 69 años, fue elegido como el 267º Papa el pasado 8 de mayo, tras un cónclave de apenas 24 horas. Su elección marcó un hito, no solo por su origen estadounidense, sino también por su fuerte conexión con América Latina, especialmente con Perú, donde sirvió como misionero durante décadas y obtuvo la ciudadanía en 2015.
Durante la ceremonia, León XIV recibió dos elementos clave de su nuevo rol: el pallium, una vestimenta litúrgica de lana que simboliza su papel como pastor de la Iglesia, y el anillo del pescador, un sello de oro con la imagen de San Pedro sosteniendo las llaves del cielo. Este anillo, único para cada Papa, será destruido al finalizar su pontificado.
El nuevo Papa, perteneciente a la Orden de San Agustín, ha destacado por su mensaje de paz desde su elección. En su primera aparición pública, pronunció las palabras “La paz sea con todos ustedes”, un eco de las frases evangélicas que resuenan en las celebraciones católicas. Este mensaje se repitió en la misa de toma de posesión, donde llamó a construir puentes de diálogo y unidad.
León XIV también rindió homenaje a su predecesor, el Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril de 2025. Aunque no ha detallado si seguirá completamente la línea reformista de Francisco, sus sermones sugieren una intención de mantener una Iglesia abierta y cercana a los más necesitados, con un enfoque en la justicia social y la paz global.
La homilía pronunciada durante la misa en la Plaza de San Pedro ofreció las primeras pistas sobre las prioridades de su pontificado. Sin entrar en detalles programáticos, León XIV enfatizó la importancia de una Iglesia misionera, que dialogue con el mundo y se mantenga fiel a los valores del Evangelio. Su mensaje resonó entre los asistentes, que ondeaban banderas de diversos países, incluyendo Perú, Brasil y Colombia.
Su trayectoria como misionero en Perú y su experiencia en la Curia Romana como prefecto del Dicasterio para los Obispos lo posicionan como un líder con una visión global. Expertos señalan que su elección refleja el creciente peso del catolicismo en las periferias, especialmente en América Latina, donde la fe sigue siendo un pilar fundamental.
El Papa León XIV enfrenta ahora desafíos cruciales, como la unidad dentro de una Iglesia dividida entre reformistas y tradicionalistas, la respuesta a los escándalos de abusos sexuales y la secularización en regiones tradicionalmente católicas. Su enfoque, según analistas, podría combinar la humildad agustiniana con un liderazgo sobrio y pastoral.
La ceremonia en el Vaticano no solo marcó el inicio oficial de su pontificado, sino también un momento de orgullo para las comunidades católicas de Estados Unidos y Perú. En Chiclayo, donde Prevost sirvió como obispo, los fieles celebraron con emoción la llegada de uno de los suyos al trono de San Pedro.
A medida que León XIV comienza su ministerio, el mundo observa con expectativa cómo guiará a los más de 1,300 millones de católicos en un contexto de incertidumbre geopolítica y desafíos internos. Su llamado a la paz y la unidad podría definir el rumbo de su papado en los años venideros.

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