En un nuevo episodio de violencia que sacude a Michoacán, dos policías municipales de Tingüindín perdieron la vida y otro resultó herido tras un brutal ataque perpetrado por hombres armados. Los hechos ocurrieron en la carretera que conecta este municipio con Los Reyes, cuando los agentes fueron emboscados mientras realizaban labores de patrullaje.
El ataque, registrado el pasado 23 de mayo, comenzó alrededor de las 6:00 de la tarde. Los policías circulaban en una patrulla cuando un grupo de sicarios abrió fuego contra ellos, utilizando armas de alto calibre. La agresión dejó un saldo inmediato de un elemento muerto y dos más heridos de gravedad.
A pesar de la rápida respuesta de las autoridades, el segundo policía herido falleció horas después en un hospital de la región. El agente sobreviviente permanece bajo atención médica, pero su estado se reporta como delicado. La escena del crimen fue asegurada por elementos de la Guardia Civil y la Guardia Nacional.
Los responsables del ataque, presuntos miembros de un grupo del crimen organizado, incendiaron vehículos para bloquear carreteras y dificultar la intervención de las fuerzas de seguridad. Al menos tres puntos de la región fueron afectados por estos bloqueos, generando caos y temor entre los habitantes.
La Fiscalía General del Estado de Michoacán ya abrió una carpeta de investigación para esclarecer los hechos. Sin embargo, hasta el momento no se reportan detenciones relacionadas con este caso. La región de Tingüindín ha sido escenario de constantes enfrentamientos entre grupos criminales que buscan controlar el territorio.
Este nuevo ataque se suma a la ola de violencia que azota a Michoacán, donde los cárteles han intensificado sus acciones contra las autoridades. En lo que va del año, decenas de elementos de seguridad han perdido la vida en circunstancias similares, evidenciando la falta de control en la región.
Las autoridades estatales y federales han desplegado operativos en la zona, pero los resultados han sido insuficientes para frenar la escalada de violencia. Los pobladores de Tingüindín y municipios aledaños viven bajo un clima de miedo constante, ante la impunidad con la que operan los grupos delictivos.
La muerte de estos dos policías pone en evidencia, una vez más, la crisis de inseguridad que atraviesa Michoacán. La ausencia de una estrategia efectiva para combatir al crimen organizado sigue cobrando vidas y dejando a las comunidades en un estado de indefensión.