En las calles de Jalisco, un problema silencioso pero peligroso acecha a diario a conductores y peatones: los registros sin tapa. Estas trampas urbanas, que pasan desapercibidas para las autoridades, representan un riesgo constante para la seguridad de quienes transitan por la vía pública. Desde avenidas principales hasta colonias residenciales, la falta de mantenimiento ha convertido a estos registros en una amenaza para todos.
El caso más reciente ocurrió en Periférico, cerca del cruce con la Vía a Manzanillo, donde vecinos denunciaron la ausencia de una tapa en un registro. Según reportes, este no es un incidente aislado, sino un problema recurrente que las autoridades no han atendido de manera efectiva. Los habitantes de la zona señalan que, a pesar de las quejas, la respuesta de los responsables ha sido lenta o inexistente.
Para los conductores, un registro sin tapa puede significar desde un neumático dañado hasta un accidente grave. Los automovilistas que circulan a velocidad moderada o alta corren el riesgo de caer en estos huecos, lo que puede provocar pérdida de control del vehículo. En el caso de los peatones, especialmente en banquetas o cruces peatonales, el peligro es aún mayor, pues un paso en falso podría resultar en caídas con lesiones severas.
La falta de tapas en los registros no es solo un problema de mantenimiento, sino también de supervisión. En muchos casos, las tapas son robadas para venderlas como chatarra, un delito que parece no tener freno. A pesar de las denuncias ciudadanas, las autoridades locales no han implementado medidas efectivas para prevenir estos robos ni para reponer las tapas de manera inmediata.
En colonias como La Moderna, en Guadalajara, los vecinos han reportado registros sin tapa desde hace meses. La situación se agrava en temporada de lluvias, cuando el agua acumulada oculta estos huecos, aumentando el riesgo de accidentes. Los peatones, especialmente personas mayores o con discapacidad, enfrentan un peligro constante al caminar por estas zonas.
El gobierno municipal y estatal tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad en las vialidades. Sin embargo, la falta de acción ha generado un sentimiento de abandono entre los ciudadanos. La ausencia de un plan claro para inspeccionar y reparar los registros pone en evidencia las fallas en la gestión de la infraestructura urbana.
Los costos de este descuido no son menores. Además de los daños materiales a vehículos, los accidentes causados por registros sin tapa pueden derivar en lesiones graves o incluso fatales. Los hospitales públicos y privados de Jalisco han atendido casos de fracturas y traumatismos relacionados con este problema, lo que representa una carga adicional para el sistema de salud.
La ciudadanía exige soluciones urgentes. Los reportes vecinales no son suficientes si no hay una respuesta efectiva por parte de las autoridades. La reposición de tapas y una vigilancia más estricta para evitar robos son medidas mínimas que podrían reducir los riesgos en las calles.
Este problema no solo afecta a Guadalajara, sino a otros municipios de Jalisco donde la infraestructura urbana enfrenta retos similares. La falta de coordinación entre las autoridades y la poca inversión en mantenimiento han permitido que este peligro persista en el tiempo.
Mientras las autoridades no tomen cartas en el asunto, los registros sin tapa seguirán siendo una amenaza silenciosa. Conductores y peatones continuarán enfrentando un riesgo innecesario, en un contexto donde la seguridad vial debería ser una prioridad para todos.

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Registros sin tapa en las calles de Jalisco: un peligro constante para conductores y peatones
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