Un nuevo escándalo sacude a Morena. Ernesto Prieto Gallardo, diputado federal del partido, ha generado indignación tras exigir una disculpa pública a la madre de su hija para cumplir con la pensión alimenticia. Según información reciente, el legislador condicionó el apoyo económico a cambio de que la madre, identificada como Liz, ofrezca una disculpa en medios de comunicación, en un caso que ha reavivado críticas contra el partido gobernante.
Liz, quien ha cambiado su nombre por temor a represalias, denunció que Prieto Gallardo no solo se ha negado a cumplir con sus obligaciones legales, sino que también la ha amenazado. La mujer relató que, tras informarle de su embarazo en 2021, el diputado le dio dos opciones: abortar o enfrentarse a que él intentara quitarle a su hija. Estas declaraciones han puesto en el ojo del huracán al legislador, quien ya tiene antecedentes de controversias.
La menor, de tres años, padece una enfermedad que afecta su salud intestinal, lo que incrementa la necesidad de apoyo económico para su tratamiento. A pesar de esto, Prieto Gallardo ha afirmado públicamente que cumple con sus responsabilidades, mostrando supuestas pruebas de pagos. Sin embargo, Liz asegura que estas declaraciones son falsas y que el diputado ha evadido sus obligaciones legales.
El caso ha destapado críticas hacia Morena, especialmente por el contraste con el discurso del partido de apoyo a las mujeres. Liz señaló que, en el sexenio de “llega una, llegamos todas”, siente que el partido prioriza el voto de sus legisladores por encima de la justicia para las mujeres, incluso para aquellas que son militantes. Este señalamiento pone en duda el compromiso del partido con la equidad de género.
La presunta víctima también narró que presentó una denuncia por abuso sexual contra Prieto Gallardo, pero no ha recibido respuesta ni apoyo de las autoridades. Según su testimonio, el diputado la amenazó con usar su poder e influencia para evitar que prospere cualquier acción legal en su contra. Estas acusaciones han intensificado el escrutinio sobre el legislador y su partido.
En 2019, Prieto Gallardo ya había sido expulsado de Morena por violencia política de género, pero logró revertir la sanción a través de un fallo del Tribunal Electoral. Este antecedente ha avivado las críticas hacia el partido, que parece tolerar conductas cuestionables de sus integrantes. La opinión pública se ha volcado a cuestionar la coherencia de Morena en temas de derechos de las mujeres.
Liz también buscó apoyo en la Secretaría de la Mujer, liderada por Citlalli Hernández, pero asegura que le informaron que no podían actuar contra el diputado porque su voto es necesario para mantener la mayoría en la Cámara de Diputados. Esta respuesta ha generado indignación entre quienes esperaban una postura firme en defensa de las mujeres.
El caso de Liz no es aislado. Otros escándalos recientes han involucrado a legisladores de Morena, como acusaciones de violencia de género y abuso sexual, lo que ha dañado la imagen del partido. La falta de acciones concretas para sancionar a los implicados ha alimentado la percepción de impunidad dentro de la bancada morenista.
La situación ha llevado a un creciente descontento social. Las redes sociales se han llenado de comentarios que exigen justicia para Liz y su hija, así como una revisión de las prácticas dentro de Morena. Mientras tanto, el partido no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre este nuevo escándalo que pone en entredicho su compromiso con las causas que dice defender.
El futuro de este caso sigue siendo incierto. Liz expresó su temor por posibles represalias y por la seguridad de su hija, mientras que Prieto Gallardo no ha respondido a las acusaciones más recientes. La presión pública y mediática podría ser clave para determinar si se hace justicia en este caso que ha conmocionado a la opinión pública.