El sábado 24 de mayo, el norponiente del Valle de México fue escenario de múltiples accidentes viales que dejaron tras de sí caos, heridos y un saldo trágico. Las carreteras de esta zona, conocida por su alta densidad de tráfico, se convirtieron en un reflejo de los problemas de seguridad vial que persisten en el Estado de México. Los incidentes, reportados en distintos puntos, pusieron en evidencia la falta de medidas efectivas para prevenir estas tragedias.
Uno de los accidentes más graves ocurrió en el Libramiento Norponiente, donde un tráiler embistió a un taxi que realizó una maniobra prohibida. El impacto dejó al conductor del taxi con heridas graves, mientras que el tráfico en la zona se paralizó durante horas. Las autoridades locales acudieron al lugar, pero las críticas no se hicieron esperar ante la lentitud en la respuesta y la falta de señalización adecuada en esta vía.
Otro choque de gran impacto tuvo lugar en la carretera rumbo a Celaya, también en el Libramiento Norponiente. Según reportes, el exceso de velocidad fue el principal factor detrás de una carambola que involucró varios vehículos. Afortunadamente, no se reportaron lesionados de gravedad, pero el incidente generó un congestionamiento vial que afectó a cientos de conductores durante la mañana.
En otro punto de la región, en Nicolás Romero, un accidente dejó a un motociclista con heridas serias tras colisionar con un vehículo que no respetó el derecho de vía. A pesar de que el motociclista llevaba casco, sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le provocó pérdida temporal de la memoria. Paramédicos lo atendieron en el lugar, pero su traslado a un hospital fue necesario debido a la gravedad de las lesiones.
La falta de infraestructura vial adecuada es un problema recurrente en el norponiente del Valle de México. Vecinos y conductores han señalado que las carreteras, como la Naucalpan-Ixtlahuaca, carecen de señalización clara y mantenimiento constante, lo que incrementa el riesgo de accidentes. Este sábado, las condiciones de las vialidades volvieron a ser un factor determinante en los percances.
Las autoridades del Estado de México, bajo el mando del gobierno morenista, enfrentan cuestionamientos por la ausencia de políticas efectivas para mejorar la seguridad vial. A pesar de las promesas de implementar medidas como fotomultas o reductores de velocidad, los resultados siguen sin llegar. Los ciudadanos exigen acciones concretas para evitar que estas tragedias se repitan.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía muestran que el Estado de México registra miles de accidentes viales al año, con un promedio de 12 víctimas diarias. En 2020, se documentaron más de 4 mil incidentes en la entidad, muchos de ellos con consecuencias fatales. Estas cifras reflejan la magnitud del problema y la urgencia de abordarlo.
El sábado también se reportaron incidentes menores en otros municipios del norponiente, como Jilotzingo e Isidro Fabela, donde las vialidades se vieron afectadas por choques que, aunque no dejaron víctimas fatales, complicaron la movilidad. La acumulación de estos eventos resalta la necesidad de una mayor coordinación entre las autoridades municipales y estatales.
Organizaciones civiles, como Cometa Colectiva, han criticado la falta de una política de movilidad que priorice la seguridad de los conductores, peatones y ciclistas. Según sus reportes, la mayoría de los accidentes en la región están relacionados con el exceso de velocidad y el diseño deficiente de las carreteras, problemas que podrían mitigarse con una mejor planificación urbana.
La jornada del sábado 24 de mayo dejó un saldo amargo en el norponiente del Valle de México. Los accidentes registrados no solo afectaron a las víctimas directas, sino que también generaron un impacto en la vida diaria de miles de personas que transitan por estas vías. La pregunta sigue en el aire: ¿cuándo se tomarán medidas reales para garantizar la seguridad en las carreteras?