En un hecho que sacude a Ciudad Juárez, un hombre de 35 años fue brutalmente asesinado a balazos en el patio de su propia casa. El crimen ocurrió en las calles Axacatl y Ejido Ranchería, en un acto que pone de nuevo en evidencia la ola de violencia que azota la región.
La víctima, identificada como Gustavo Alonso H. A., recibió disparos en la cabeza y la espalda. Los agresores, aún sin identificar, no mostraron piedad y dejaron su cuerpo sin vida frente a su vivienda. La escena, marcada por la tragedia, refleja la inseguridad que sigue golpeando a las familias chihuahuenses.
Lo más impactante es que la esposa de la víctima estaba presente durante el ataque. A pesar de la violencia desatada, los criminales decidieron perdonarle la vida, dejándola como testigo de este acto atroz. La mujer, quien no resultó herida, quedó en medio de un escenario de terror.
En el lugar del crimen, las autoridades encontraron cuatro casquillos de calibre 9 milímetros. Estos restos son prueba del arma utilizada para ejecutar al hombre, pero hasta ahora no hay pistas claras sobre los responsables. La investigación está en curso, aunque las respuestas parecen lejanas.
La Secretaría de Seguridad Pública Municipal acudió al lugar tras un reporte recibido a la 1:46 de la madrugada. Los agentes confirmaron la muerte de Gustavo y acordonaron la zona, pero la falta de avances en el caso genera más preguntas que respuestas.
Este asesinato se suma a una larga lista de crímenes en Chihuahua, donde la violencia no da tregua. Los residentes de la zona exigen justicia y medidas concretas para frenar esta escalada de inseguridad que mantiene a la ciudad en vilo.
La impunidad en casos como este alimenta el temor entre la población. Las autoridades locales, encabezadas por el gobierno municipal, enfrentan críticas por su incapacidad para contener la delincuencia que afecta a ciudadanos comunes.
Mientras tanto, la familia de Gustavo Alonso H. A. queda destrozada. La pérdida de un ser querido en estas circunstancias deja heridas profundas, no solo en sus allegados, sino en toda una comunidad que clama por seguridad.
Este nuevo episodio de violencia pone en el centro del debate la urgencia de acciones efectivas. La ciudadanía espera que las autoridades respondan con resultados y no solo con promesas vacías frente a la tragedia.