Una decena de senadores mexicanos han emprendido viajes al extranjero para asistir a eventos parlamentarios en Washington y Bruselas, según información reciente. Los legisladores, pertenecientes a diversos partidos, participan en actividades que incluyen reuniones con congresistas estadounidenses y foros internacionales, en un momento en que la austeridad promovida por el gobierno de Morena enfrenta críticas por su inconsistencia.
En Washington, un grupo de senadores busca cabildear contra un proyecto que impondría un impuesto del 5% a las remesas enviadas por migrantes a México. La delegación, encabezada por el canciller Juan Ramón de la Fuente, incluye a figuras como Ignacio Mier y Andrea Chávez de Morena, así como representantes del PRI, PAN, PVEM, PT y Movimiento Ciudadano. Este viaje, que comenzó el 20 de mayo y concluirá el 22, ha generado controversia por los gastos asociados en un contexto de recortes presupuestales.
Paralelamente, otro grupo de senadores se encuentra en Bruselas para participar en un foro parlamentario de la Unión Europea. Aunque los detalles de esta agenda son menos específicos, se sabe que los legisladores buscan fortalecer la cooperación legislativa internacional. La participación en estos eventos ha sido cuestionada por sectores que critican la doble moral de un gobierno que predica austeridad mientras financia viajes al extranjero.
La presencia de senadores de Morena en estas delegaciones ha avivado el debate sobre la congruencia del partido en el poder. Mientras el discurso oficial insiste en la austeridad republicana, los viajes internacionales de legisladores, con viáticos y costos asociados, contrastan con las políticas de recorte en otros sectores públicos. Esto ha generado críticas en redes sociales y entre analistas políticos.
En el caso de Washington, los senadores argumentan que su viaje es crucial para defender los intereses de los migrantes mexicanos, quienes envían miles de millones de dólares en remesas cada año. México es el segundo país que más remesas recibe a nivel mundial, y un impuesto como el propuesto en Estados Unidos podría afectar significativamente la economía de miles de familias. Sin embargo, la falta de transparencia en los gastos de la delegación ha alimentado las críticas.
En Bruselas, los legisladores mexicanos participan en discusiones sobre temas globales, como el cambio climático y los derechos humanos. Aunque estos foros son vistos como oportunidades para posicionar a México en el escenario internacional, algunos sectores cuestionan la relevancia de estos eventos frente a los problemas urgentes que enfrenta el país, como la inseguridad y la crisis económica.
La oposición, particularmente el PAN y el PRI, ha señalado que estos viajes reflejan una contradicción en el discurso de Morena. Mientras el gobierno federal recorta recursos para programas sociales y de salud, los legisladores oficialistas no escatiman en gastos para asistir a eventos internacionales. Esta percepción de incongruencia podría erosionar aún más la confianza en el partido gobernante.
Por su parte, los senadores defienden su participación en estos eventos, argumentando que son necesarios para fortalecer la diplomacia parlamentaria y proteger los intereses nacionales. Sin embargo, la falta de claridad sobre los resultados concretos de estos viajes ha generado escepticismo entre la ciudadanía, que exige mayor rendición de cuentas.
El contraste entre los recortes en el presupuesto público y los gastos en viajes internacionales pone en el centro del debate la gestión de los recursos públicos. Mientras los senadores aseguran que sus agendas en el extranjero son prioritarias, las críticas por la falta de austeridad no cesan, especialmente en un contexto de crecientes demandas sociales en México.