El reporte del percance llegó a las autoridades poco después del mediodía, cuando el elevador quedó detenido, dejando a los ocupantes en una situación de incertidumbre. Entre los atrapados había pacientes y personal médico, quienes pasaron momentos de angustia mientras esperaban ayuda.
Elementos de Protección Civil de Monterrey acudieron rápidamente al cruce de las avenidas Lincoln y Fidel Velázquez, en la colonia Mitras Norte. Al llegar, confirmaron que las seis personas seguían dentro del elevador, sin posibilidad de salir por sus propios medios.
El personal de mantenimiento de la clínica, junto con técnicos de la empresa proveedora de los elevadores, trabajó en las maniobras para liberar a los atrapados. La operación tomó varios minutos, durante los cuales la tensión creció entre los familiares que aguardaban noticias afuera del hospital.
Una mujer de 58 años, atrapada en el elevador, logró comunicarse con su hija a través de un celular. Según el testimonio, el encierro duró más de dos horas y media, y algunos de los ocupantes comenzaron a sentirse mareados, probablemente por la falta de ventilación adecuada.
Una enfermera que estaba entre los atrapados fue quien alertó a Protección Civil, lo que permitió una respuesta más rápida. Sin embargo, el incidente dejó en evidencia los problemas recurrentes con los elevadores en las clínicas del IMSS, un tema que ha generado preocupación en los usuarios.
Afortunadamente, las seis personas fueron rescatadas sin lesiones graves, aunque una de ellas presentó síntomas de sofocación. Los rescatistas lograron abrir las puertas del elevador tras un esfuerzo coordinado, y los afectados fueron atendidos en el lugar para descartar complicaciones.
Este no es el primer caso de este tipo en la Clínica 25. Reportes previos han señalado fallos constantes en los ascensores, con solo dos de los cinco disponibles funcionando regularmente. Esta situación afecta especialmente a los pacientes que necesitan trasladarse entre los 11 pisos del edificio.
El IMSS no ha emitido un comunicado oficial sobre las causas del desperfecto, pero el incidente reaviva las críticas sobre la falta de mantenimiento en las instalaciones de salud pública. Los derechohabientes exigen soluciones para evitar que estas fallas sigan poniendo en riesgo su seguridad.
Mientras tanto, las autoridades locales han recomendado revisiones exhaustivas a los elevadores de la clínica para garantizar que no se repitan estos incidentes. La pregunta sigue en el aire: ¿cuándo se tomarán medidas efectivas para resolver estos problemas estructurales en el sistema de salud?