La tarde de este viernes 23 de mayo promete un cambio drástico en el clima de Nuevo León, con chubascos y vientos fuertes que podrían impactar varias regiones del estado. Según el Servicio Meteorológico Nacional, las condiciones atmosféricas están listas para sorprender a los habitantes con lluvias y rachas de viento que podrían generar imprevistos.
El pronóstico indica que los chubascos, con acumulados de 5 a 25 milímetros, se presentarán principalmente en la zona metropolitana de Monterrey y en municipios del noreste, este y sureste de Nuevo León. Estas lluvias podrían venir acompañadas de descargas eléctricas y, en algunos casos, hasta caída de granizo, lo que aumenta la necesidad de estar preparados.
En cuanto a los vientos, se esperan rachas de entre 40 y 60 kilómetros por hora, con la posibilidad de tolvaneras en áreas abiertas. Estas condiciones podrían afectar la visibilidad y causar la caída de objetos ligeros, como ramas o anuncios, por lo que las autoridades han recomendado precaución a la población.
Protección Civil de Nuevo León ha señalado que las zonas más propensas a estas condiciones son los municipios de la región noreste, como China, Los Ramones y Cadereyta, además de la región citrícola, que incluye Allende, Montemorelos y Linares. En estas áreas, las lluvias y vientos podrían ser más intensos durante la tarde y noche.
El origen de estas condiciones climáticas se encuentra en un canal de baja presión que atraviesa el noreste del país, combinado con la entrada de humedad proveniente del Golfo de México. Este sistema está generando inestabilidad atmosférica, lo que resulta en las lluvias pronosticadas para la región.
Las temperaturas en Nuevo León se mantendrán en un rango cálido, con máximas de hasta 32 grados centígrados en la tarde, aunque la sensación térmica podría ser más elevada debido a la humedad. Por la noche, se espera un descenso hasta los 22 grados, acompañado de cielos nublados.
Las autoridades han recomendado a los habitantes tomar medidas preventivas, como asegurar objetos que puedan ser arrastrados por el viento y evitar actividades al aire libre durante las horas de mayor intensidad climática. También se sugiere estar atentos a los reportes oficiales para cualquier actualización.
Este pronóstico se enmarca en un contexto de condiciones variables en el país, donde otras regiones también enfrentan lluvias y vientos fuertes. En Nuevo León, la probabilidad de precipitaciones disminuirá ligeramente hacia el fin de semana, pero las autoridades insisten en mantenerse alerta.
El clima en la entidad sigue siendo un desafío para los habitantes, quienes deberán adaptarse a estas condiciones para evitar contratiempos. Las próximas horas serán clave para evaluar el impacto de estas lluvias y vientos en la vida diaria de los regiomontanos.