El municipio de Ojinaga, Chihuahua, se consolida como el lugar más caluroso del estado, con temperaturas que han alcanzado los 49 °C en mayo de 2025. Según datos del Servicio Meteorológico Nacional, esta región fronteriza ha registrado las temperaturas más altas del país en los últimos días, superando a otras zonas conocidas por su calor extremo.
El clima árido y desértico de Ojinaga, ubicado en la confluencia de los ríos Bravo y Conchos, contribuye a estas condiciones extremas. Las autoridades locales han emitido alertas para que la población tome precauciones ante el riesgo de golpes de calor y deshidratación, especialmente en las horas de mayor radiación solar.
Las altas temperaturas no son algo nuevo en Ojinaga. En años anteriores, el municipio ya había registrado picos de hasta 48.5 °C, pero este 2025 ha roto récords. Los habitantes reportan que el calor es casi insoportable, afectando desde las actividades diarias hasta la salud de los más vulnerables, como niños y adultos mayores.
La falta de lluvias en la región agrava la situación. La vegetación, compuesta principalmente por plantas xerófilas como agaves y cactáceas, apenas sobrevive en un entorno donde el agua es escasa. Esto también impacta a los agricultores locales, quienes dependen de las zonas de regadío de la presa Toribio Ortega para mantener sus cultivos.
Las autoridades de Protección Civil han recomendado a la población mantenerse hidratada, usar ropa ligera y evitar la exposición prolongada al sol. Sin embargo, muchos residentes señalan que las medidas no son suficientes para mitigar el impacto del calor en una región donde las temperaturas extremas son parte de la vida cotidiana.
El calor no solo afecta a los habitantes, sino también a la fauna local. Especies como el puma, el coyote y la liebre enfrentan dificultades para encontrar agua y refugio en un entorno cada vez más hostil. Los expertos advierten que el cambio climático podría estar intensificando estas condiciones en el Desierto de Chihuahua.
A pesar de las adversidades, los ojinaguenses continúan adaptándose. La comunidad ha aprendido a convivir con un clima que puede alcanzar los 44.9 °C en verano y descender hasta -14 °C en invierno. Esta resiliencia es parte de la identidad de un municipio conocido como “la perla del desierto”.
La situación en Ojinaga pone en evidencia los retos que enfrentan las regiones desérticas ante el aumento de temperaturas. Mientras las autoridades piden calma y prevención, los habitantes esperan que las condiciones mejoren con la llegada de lluvias, aunque el pronóstico no es alentador para las próximas semanas.

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Ojinaga se sofoca: el municipio más caluroso de Chihuahua alcanza temperaturas récord
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