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México se calienta a un ritmo alarmante, superando el promedio mundial

La científica Amparo Martínez Arroyo, jefa de Ciencias Ambientales del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, ha lanzado una advertencia preocupante: México se está calentando a una velocidad mayor que el resto del planeta. Mientras el promedio global registra un aumento de 2 grados Celsius por siglo, en nuestro país esta cifra alcanza los 3.2 grados, un ritmo que enciende las alarmas sobre el futuro climático.
Desde 2023, la temperatura global ha superado el umbral crítico de 1.5 grados Celsius establecido por los Acuerdos de París, un límite que busca evitar consecuencias catastróficas del calentamiento global. En México, este escenario es aún más grave, con un incremento de 1.8 grados desde la era preindustrial hasta 2024, según datos de la UNAM.
La posición geográfica de México, con amplias zonas áridas y semiáridas, contribuye a este calentamiento acelerado. Regiones como Sonora, Chihuahua y partes de la península de Yucatán son especialmente vulnerables, ya que carecen de la humedad que podría amortiguar el aumento de temperaturas.
Francisco Estrada Porrúa, titular del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM, destacó que los últimos 18 meses han mostrado un incremento constante en las temperaturas globales, sin los descensos esperados tras fenómenos como El Niño y La Niña. Este comportamiento sugiere una posible aceleración del calentamiento global.
Las consecuencias de este fenómeno ya son visibles. En 2024, México registró el año más caluroso de su historia reciente, con una temperatura media anual de 2.14 grados por encima de los niveles preindustriales. Este dato, 0.4 grados más alto que en 2023, refleja la urgencia de actuar.
El cambio climático no solo eleva las temperaturas, sino que también intensifica fenómenos extremos. Huracanes como Otis, que devastó Acapulco en 2023, son un ejemplo de cómo el calentamiento agrava los desastres naturales, afectando a millones de personas, especialmente a las comunidades más vulnerables.
La UNAM subraya la necesidad de acciones inmediatas. La deforestación, el uso excesivo de combustibles fósiles y el crecimiento urbano descontrolado son factores clave que alimentan esta crisis. Reducir las emisiones de carbono y proteger ecosistemas como los manglares son pasos cruciales.
Expertos como Enrique Provencio Durazo, del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo, insisten en que la acción climática debe ser una prioridad en la estrategia de desarrollo nacional. Esto incluye alinear políticas públicas con compromisos internacionales y destinar recursos suficientes para mitigar el impacto.
La próxima Cumbre de Rectoras y Rectores de Universidades Mexicanas por la Acción Climática 2025 será un espacio clave para discutir soluciones. Eduardo Vega López, de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad, destacó la importancia de construir una ciudadanía ambiental informada y comprometida.
El calentamiento global ya no es una amenaza futura, sino una realidad que México enfrenta con mayor intensidad que otros países. La pregunta es si las medidas necesarias se tomarán a tiempo para evitar un impacto aún más severo en las próximas décadas.

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