La Presidencia de México anunció la cancelación de la visita programada de Claudia Sheinbaum a Sinaloa, decisión que se tomó tras el brutal asesinato de dos colaboradores cercanos a Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México. El doble homicidio, perpetrado en la Calzada de Tlalpan, ha desatado una ola de críticas hacia la estrategia de seguridad del gobierno federal.
Ximena Guzmán, secretaria particular de Brugada, y José Muñoz, su asesor, fueron ejecutados a plena luz del día por un sujeto armado que huyó en motocicleta. El ataque, ocurrido cerca de la estación Xola del Metro, ha sido calificado como un acto directo y premeditado, lo que pone en evidencia la creciente violencia que azota al país.
La cancelación de la gira de Sheinbaum a Sinaloa, programada para este sábado en Guasave, se justificó oficialmente por “razones de agenda”. Sin embargo, fuentes cercanas a la Presidencia señalan que la decisión responde al clima de inseguridad que vive el estado, sumido en una ola de violencia atribuida a la pugna entre grupos del crimen organizado.
Sinaloa lleva meses atrapado en una espiral de violencia, con enfrentamientos entre cárteles que han dejado decenas de muertos y miles de desplazados. La falta de una estrategia clara por parte del gobierno federal para contener esta crisis ha sido duramente cuestionada por analistas y ciudadanos.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha insistido en que no busca “confrontaciones violentas” con los grupos criminales, argumentando que esto podría generar más violencia. Sin embargo, esta postura ha sido criticada como una muestra de debilidad frente al avance del crimen organizado en estados como Sinaloa.
El asesinato de los colaboradores de Brugada no solo ha conmocionado a la Ciudad de México, sino que ha encendido las alarmas sobre la seguridad de los funcionarios públicos. La fiscalía capitalina ya investiga el caso, pero hasta el momento no se han reportado avances significativos en la captura de los responsables.
La cancelación de la visita presidencial a Sinaloa ha generado críticas adicionales, con voces que acusan a Sheinbaum de evitar enfrentar la realidad de un estado sumido en el caos. El gobernador Rubén Rocha, de Morena, afirmó que la agenda de la presidenta en Guasave no incluiría temas de seguridad, lo que ha sido interpretado como un intento de minimizar la crisis.
Mientras tanto, la violencia en el país no da tregua. Estados como Sinaloa, Guanajuato y Baja California concentran gran parte de los homicidios dolosos, según datos oficiales, lo que pone en entredicho las promesas de pacificación del gobierno de la 4T.
La tragedia de los colaboradores de Brugada y la cancelación de la gira de Sheinbaum reflejan un momento crítico para la administración federal. La ciudadanía exige respuestas claras y acciones concretas para frenar la inseguridad que amenaza con desbordarse.
El gobierno federal ha prometido reforzar la coordinación con las autoridades locales para esclarecer el doble homicidio y garantizar justicia. Sin embargo, la falta de resultados inmediatos y la percepción de un gobierno rebasado por la violencia mantienen la presión sobre Sheinbaum y su equipo.