En un giro inesperado, Enrique Rascón Pérez, subdirector del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) en Chihuahua, presentó su renuncia tras aparecer en un evento del partido Morena. La decisión ha generado revuelo en el ámbito educativo y político del estado, ya que Rascón es una figura conocida no solo por su trayectoria académica, sino también por ser el padre del actual secretario de Pueblos Indígenas del gobierno estatal.
La renuncia se formalizó ante Omar Bazán Flores, director general del Conalep, según confirmaron fuentes internas de la institución. Aunque no se han revelado detalles específicos sobre los motivos, la presencia de Rascón en un evento de Morena parece haber sido el detonante. Este hecho ha levantado sospechas sobre posibles presiones políticas o conflictos de interés en su salida.
Enrique Rascón, conocido por su compromiso con la educación técnica, ha sido una pieza clave en el fortalecimiento de los programas de capacitación del Conalep. Su salida deja un vacío en la institución, que enfrenta el reto de mantener la calidad educativa en un contexto de cambios políticos y administrativos en el estado.
Por su parte, el hijo de Rascón, quien lleva el mismo nombre y ocupa un cargo relevante en el gobierno de Chihuahua, salió al paso para aclarar su postura. En una declaración, expresó respeto por la decisión de su padre, destacando que, aunque comparten lazos familiares, tienen diferencias ideológicas marcadas. “Mi padre siempre ha sido un hombre comprometido con sus ideales”, afirmó.
El evento de Morena al que asistió Rascón ha generado especulaciones. Algunos sectores señalan que su participación pudo interpretarse como un respaldo político explícito, algo que podría haber incomodado a las autoridades educativas o a otros actores políticos en el estado. Sin embargo, no hay confirmación oficial de que esta fuera la causa directa de su renuncia.
La dirección del Conalep, encabezada por Omar Bazán, ha mantenido un discurso centrado en la continuidad del proyecto educativo. Bazán enfatizó que la institución seguirá trabajando en la formación de profesionistas y en la actualización de su cuerpo docente, prioridades que, según él, responden a las directrices de la gobernadora María Eugenia Campos.
Este episodio pone de manifiesto las tensiones entre la política y la educación en Chihuahua. La salida de Rascón no solo afecta al Conalep, sino que también alimenta el debate sobre la influencia de los partidos políticos en las instituciones públicas. La relación entre funcionarios y eventos partidistas sigue siendo un tema delicado en el estado.
Mientras tanto, el futuro de Rascón Pérez permanece incierto. Su trayectoria como académico y su incursión en eventos políticos sugieren que podría continuar participando en la esfera pública, aunque no está claro en qué capacidad. Por ahora, su renuncia deja más preguntas que respuestas en el panorama educativo y político de Chihuahua.
El caso también ha generado reacciones en la comunidad educativa, donde estudiantes y docentes del Conalep han expresado preocupación por la estabilidad de la institución. La salida de una figura como Rascón podría tener implicaciones en los planes de capacitación y en la percepción de la institución en el estado.
A medida que se desarrollen los acontecimientos, la atención estará puesta en cómo el Conalep manejará esta transición y si el entorno político seguirá influyendo en las decisiones administrativas. Por ahora, la renuncia de Enrique Rascón es un recordatorio de los cruces entre la política y la educación en el México actual.